Por. Stalin.
El Primer Ministro de Canadá, el incapaz de Justin Trudeau, va de mal en peor su popularidad interna e internacionalmente ha caído estrepitosamente y ya no es la misma que logró hace casi una década, cuando irrumpió con mayor fuerza en la política del país norteamericano al ganar el puesto que aún mantiene, pero que pende de un hilo y cuya caída es inminente.Trudeau, desde su gestión ha sido un lame botas de su vecino EE.UU.
Ahora cuenta con la edad de 52 años, su gestión ha sido un fracaso y la población canadiense, siente desprecio por Trudeau a tal punto que hacen comparaciones y los índices de aprobación consideran que son peores que los del bueno para nada que ya va de salida el viejo Joe Biden, lo cual ha traído como consecuencia que esté perdiendo terreno frente al líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre.
Las encuestas lo exhiben como incapaz, pésimo gobernador y cuyo alto cargo de Primer Ministro le ha quedado demasiado grande. Por ejemplo menos de un tercio de los canadienses cree que está haciendo un buen trabajo, mientras más del 70% dice que Canadá está “rota” bajo su «desgobierno». Pero la impopularidad de Trudeau está justificada porque llevan años de alta inflación, sus habitantes canadienses están experimentando un aumento vertiginoso del costo de la vivienda y un sistema de sanidad pública desbordado. Pero eso no es todo la tasa de desempleo sigue por las nubes, la vivienda en grandes ciudades como Toronto es inaccsesible a todo esto se le suma que el Gobierno de Trudeau cometió el gravísimo error de invitar a demasiados extranjeros a trabajar en Canadá, lo que le ha llovido críticas por todos lados.
Otro elemento importante que juega en su contra es que Trudeau se ha convertido en un «pequeño dictador» y lleva demasiado tiempo en el poder y su desgaste físico, político y de gestión es más que evidente. Los aliados ya comenzaron a abandonarlo, en el mes de septiembre su partido liberal perdió el apoyo de un partido más pequeño, llamado los «Nuevos Demócratas», que les había dado la mayoría en la cámara baja del Parlamento. Pero su vía crucis no termina ahí porque de igual forma, se ha producido un éxodo de funcionarios y políticos de alto nivel del partido de Trudeau.
Las opciones para el aún Primer Ministro se le están agotando porque los canadienses, que le dieron su apoyo en 2015 para que llegara al poder y respaldaron la renovación de sus mandatos se están volviendo en contra de su Gobierno y no es para menos la gente ya no soporta la crisis económica a la que Trudeau los viene arrastrando desde hace años.
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Uno de los elementos sociales que está enterrando políticamente al mediocre Primer Ministro, son los precios en la vivienda y esto está acelerando su caída. Por ejemplo el costo para adquirir un inmueble aumentó 66% desde que Justin Trudeau asumió el cargo y la falta de oferta es «especialmente grave» en Canadá.
Y es que Trudeau, no pega ni una por que también el sistema sanitario y el educativo se están viendo afectados por el crecimiento del número de trabajadores extranjeros, que pasó de 109.000 en 2018 a unos 240.000 en 2023.
Además, se incrementó en la cifra de residentes no permanentes, entre ellos estudiantes y solicitantes de asilo, a más de 3 millones registrados a julio pasado.
En lo que respecta a la producción, pareciera que la misma está viviendo una inercia, el retraso en el crecimiento de su productividad está frenando los salarios, y aunque la inversión ha sido «fuerte» en los yacimientos de petróleo y gas, en otras partes se vio «ensombrecida». Tal parece que Justin Trudeau es un aprendiz en política y debió comprender que para seguir en su puesto y obtener más reelecciones, era necesario mantener conformes en lo económico a los canadienses pero en lugar de «enfrentar» los retos de sus políticas, Justin Trudeau «prefirió atacar a sus críticos» todo esto se ha convertido en una piedra gigante sujetada por una cuerda y esta a su vez a su cuello y que posiblemente los canadienses decudan lanzar al mar, llevándose con ella el presente y el futuro político de un Primer Ministro de Cananadá que no hizo méritos para entrar en los libros de historia de esa nación del norte.
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La última estocada que recibió Trudeau y que podría significar el preludio de su final, fue el ocurrido hace unos días después de que la ministra de Finanzas Chrystia Freeland desde hace tiempo una de sus funcionarias más poderosas y leales renunció al gabinete el lunes.
La sorprendente medida generó interrogantes sobre cuánto tiempo más puede permanecer el Primer Ministro en el poder mientras su gobierno se apresura a lidiar con la llegada del Presidente electo estadounidense Donald Trump.Trudeau lleva casi 10 años en el cargo y su popularidad ha caído en picada debido a preocupaciones sobre la inflación y la inmigración. Trudeau ha dicho que planea conducir al Partido Liberal a las próximas elecciones, pero muchos miembros del partido han señalado que no quieren que se postule para un cuarto mandato, y la renuncia de la funcionaria Freeland, fue un golpe enorme. El legado errático de Justin Trudeau incluye abrir ampliamente las puertas a la inmigración, también legalizó el cannabis y estableció un impuesto al carbono destinado a combatir el cambio climático.
Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de diciembre de 2024 a las 2:29 PM