La Causa Palestina es de los Pueblos

Por: Mohamed Lashtar.

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, fiel a su vocación antiimperialista y solidaria, ha tomado una decisión valiente y transparente al suspender temporalmente su demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por los crímenes cometidos contra el pueblo palestino.

Lejos de representar una renuncia, esta medida refleja una postura de coherencia revolucionaria frente a las asfixiantes limitaciones económicas impuestas por un sistema internacional profundamente injusto, diseñado para proteger a los poderosos y castigar a quienes se atreven a desafiar su hegemonía.

En un mundo dominado por la hipocresía y la doble moral, Nicaragua alza su voz con dignidad: la voz de los pueblos que no se arrodillan, que no se venden, y que no callan ante la injusticia. A pesar de bloqueos, presiones y chantajes, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional se mantiene firme en su compromiso con la justicia, la autodeterminación de los pueblos y la solidaridad verdadera.

La suspensión temporal de la demanda no es una retirada, sino un acto de conciencia política. Una denuncia contundente ante la estructura de impunidad que impera en los organismos internacionales, donde el verdugo es protegido y la víctima silenciada.

Nicaragua no pide permiso… Nicaragua actúa con dignidad. Y aunque algunos oportunistas intenten tergiversar esta decisión para atacar al Frente Sandinista y su liderazgo, la verdad permanece inalterable: Nicaragua ha sido y seguirá siendo un bastión de resistencia frente al colonialismo, la dominación y la injusticia global.

Este sistema no castiga al criminal… castiga a la víctima. Los costos elevados de los procesos ante la CIJ no justifican la rendición; al contrario, revelan cómo el sistema legal internacional ha sido capturado por los intereses de los poderosos. Nicaragua no se retira por temor, sino que denuncia con firmeza una maquinaria de impunidad.

La historia de Nicaragua está escrita con hechos, no con retórica vacía. Ha respaldado a los movimientos de liberación en todos los continentes, y su apoyo al pueblo palestino ha sido constante, firme y valiente. Aquellos que hoy critican a Nicaragua son los mismos que callaron ante las masacres en Gaza y que se escudan en discursos de derechos humanos mientras se someten a las potencias imperiales.

El pueblo nicaragüense, heredero de Sandino y Carlos Fonseca, sabe quiénes son sus aliados. Sabe diferenciar entre solidaridad genuina y oportunismo político disfrazado.

Esta es una convocatoria a los verdaderos defensores de la justicia:

¿Dónde están?

¿Dónde están los gobiernos ricos que financian guerraspero no aportan ni un centavo a la defensa jurídica del pueblo palestino?

Con recursos modestos, Nicaragua ha hecho más que muchos con todos los medios a su disposición.

Palestina vive en el corazón de Nicaragua… y el fuego sandinista sigue encendido.

Esto no es un fin, es el inicio de una nueva etapa de lucha, más consciente, más firme. La justicia no se limita a un tribunal, vive en la resistencia de los pueblos.

Mientras haya un niño palestino bajo las bombas, Nicaragua no callará.

Mientras exista un pueblo oprimido, el sandinismo será trinchera de dignidad y resistencia.

A los que critican desde el odio, les decimos: podrán mentir, podrán gritar, pero jamás podrán borrar la verdad. Nicaragua ha estado, está y estará del lado de los pueblos oprimidos. La causa palestina es también nuestra.

Su odio no nos debilita… nos confirma que estamos en el camino correcto.

Y a quienes aún conservan conciencia, les decimos con claridad:

¡Palestina vive!

¡La lucha continúa!

¡Patria libre o morir!

Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de abril de 2025 a las 9:12 PM