Herman Van de Velde
Estelí, Nicaragua – julio 2024
En la Vida, donde el sol ilumina y el río lava las piedras,
nace también la esperanza desde lo más profundo.
La esperanza brilla en la mirada de quienes sueñan
y encuentra su sustento en cada obra realizada.
Surge en el campo y en la ciudad, donde cada quien aporta,
construyendo nuevos escenarios, de calidad de vida.
Es la participación, la que nutre este sueño compartido,
donde la Cooperación Genuina es nuestro compromiso.
La esperanza se refleja en cada sonrisa, en cada canto,
en la alegría que une al pueblo entero, que sabe adónde ir.
La esperanza implica la ternura de los gestos cotidianos,
se refleja en la solidaridad, construyendo felicidad.
Brota desde un proyecto de nación que nos une y motiva,
porque cada voz tiene su lugar, cada paso su sentido.
La esperanza hace caminar, nos dice la vecina,
en el tejido de historias, en el eco de los tiempos.
Es más que un anhelo, es un proyecto compartido,
donde todas/os somos actoras/es, todas/os estamos unidas/os.
La esperanza es la luz que no se extingue, es el andar.
En cada acción, la esperanza nos guía y se concreta la paz.
La esperanza no es solo un sueño, es un camino que se traza,
donde cada paso cuenta, es la voz de quienes luchan,
de quienes no se rinden, es el latido de un pueblo
que se niega a ser vencido, que lucha siempre.
La esperanza nace al sentir que en la Cooperación Genuina
el bien común es la brújula, el horizonte, el abrazo.
Es el sur que nos llama, que nos invita a avanzar,
donde la calidad de vida es un derecho, no un azar.
La alegría de un pueblo que se identifica con su nación,
hace que la esperanza florezca desde el compromiso.
Así, en el andar cotidiano, en el pulso de la vida,
la esperanza nos guía, nos sostiene, nos motiva.
La esperanza no es solo un sentimiento, es un sí sincero,
donde todas/os somos parte, todas/os compañeras/os.
donde las plazas se llenan de voces y risas,
donde las calles se convierten en senderos de posibilidades.
Toda esperanza crece como un árbol robusto,
sus raíces hundidas en la memoria colectiva,
sus ramas extendiéndose hacia ámbitos no conocidos,
su altura apuntando al hoy y un futuro comprometido.
Así, paso a paso, palabra a palabra, la esperanza hace caminar,
guiándonos hacia un destino de paz y equidad,
donde todos y todas encuentren su lugar, su compromiso,
en este proyecto de nación: nuestra Revolución.
Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de julio de 2024 a las 3:56 PM