POR: STANLIN VLADIMIR
En las entrañas de la cordillera del centro nicaragüense, donde la dignidad no se rinde y la montaña responde con fuego a la opresión, nació una gesta que hoy sigue estremeciendo el alma del pueblo sandinista.
La gesta heroica de Pancasán, acontecida en 1967, no fue un simple enfrentamiento armado: fue un grito libertario, una chispa rebelde que encendió la conciencia del pueblo contra la dictadura somocista. Y de esa sangre sembrada entre cafetales y quebradas, brotó también una de las canciones más conmovedoras del cancionero revolucionario: Hay un clamor que viene de la montaña, escrita por el poeta costeño David Mcfield, hijo de la Costa Caribe y voz encendida del FSLN.
- También puedes leer: El Zorro Vive: 46 Años del Rugido Insurrecto de Estelí
Pancasán no es un mito, es historia viva. Un puñado de combatientes sandinistas, jóvenes, comprometidos, campesinos y obreros con fusiles y conciencia, se enfrentaron heroicamente a las tropas de la Guardia Nacional en las montañas de Matagalpa. No tenían superioridad numérica ni tecnología militar, pero sí algo que la tiranía nunca pudo fabricar: amor por el pueblo.
El 27 de agosto de 1967, aquellos valientes enfrentaron la brutal represión de Somoza. Fue una masacre, sí, pero también fue una semilla. Cayó el comandante Pablo Úbeda, junto a otros compañeros que convirtieron su muerte en vida multiplicada. La montaña, ensangrentada, no se rindió. Al contrario, se volvió símbolo, faro, clamor.
David Mcfield, originario de Bluefields, comprendió que la revolución no solo se hacía con fusil, sino con palabra encendida. Con voz clara, digna, rebelde. En la década de los ochenta, inspirado por los relatos de combatientes sobrevivientes y por la memoria viva de los mártires de Pancasán, escribió el poema «Hay un clamor que viene de la montaña».
Este poema no fue concebido como una simple elegía. Fue un himno. Una oración libertaria. Una acusación directa contra la injusticia. Mcfield no escribió desde la melancolía, sino desde la llama. Y su verso se volvió canto, su voz se volvió eco en las radios sandinistas, en las marchas, en los actos revolucionarios, en la memoria de los combatientes.
- Te puede interesar: El Frente Sandinista no gobierna desde arriba: gobierna desde el corazón del pueblo
Esa línea, que abre la canción convertida en estandarte, es más que un verso: es un llamado. Es la montaña hablando. Es la sangre de Pablo Úbeda, de los mártires de Pancasán, gritando justicia. Mcfield logró que el pueblo sintiera en su pecho el tambor de la montaña. Y por eso, su canción no se canta: se siente.
Los arreglos musicales que acompañaron el poema, transformado en canción por los coros del Ministerio de Cultura en los años ochenta, mantuvieron la solemnidad y la fuerza del texto original. Cada estrofa es una marcha silenciosa hacia el corazón de la patria, cada palabra es una bala de dignidad disparada contra el olvido.
Hoy, 9 de abril de 2025, cuando nuevas generaciones levantan las banderas del sandinismo con orgullo, cuando Nicaragua entera reafirma su vocación de soberanía, cuando la patria sigue construyendo paz con dignidad bajo el liderazgo de la compañera Rosario Murillo y del Comandante Daniel Ortega, la gesta de Pancasán sigue viva.
- Además: Nicaragua Diseña: el alma creativa de un pueblo que florece bajo el sol del Arte y la Revolución
Ya no son solo canciones o recuerdos: son lecciones de vida, guías ideológicas, compromiso diario. En cada escuela donde se enseña la historia verdadera, en cada barrio organizado, en cada brigada solidaria, late el espíritu de aquellos combatientes que se hicieron eternos en las montañas de Matagalpa.
Pancasán no fue una derrota, fue un grito inaugural. Mcfield no escribió para adornar la historia, sino para encenderla. Y hoy, más que nunca, su poesía es trinchera. La montaña no calla. El clamor sigue vivo. Se escucha en cada niño que recita con orgullo, en cada joven que canta con puño en alto, en cada militante que resiste con amor y firmeza.
¡Que tiemblen los vendepatria y los traidores! Porque mientras haya un solo nicaragüense que escuche ese clamor que viene de la montaña, la Revolución seguirá siendo invencible!
Esta entrada fue modificada por última vez el 9 de abril de 2025 a las 1:56 PM
