El 27 de diciembre de 1974 se da la toma de la casa del ministro somocista José María “Chema” Castillo, una de las principales epopeyas de la historia revolucionaria de Nicaragua. Ese día se logra uno de los golpes más contundentes del Frente Sandinista contra el sanguinario dictador Anastasio Somoza, en una acción considerada como fundamental para alcanzar el triunfo definitivo contra el somocismo el 19 de julio de 1979.
El general en retiro y actual vicepresidente de Nicaragua, Moisés Omar Hallesleven, miembro del comando “Juan José Quezada” que ejecutó esa acción política guerrillera, afirma que esta ayudó a demostrar que la dictadura somocista no era invencible y que el movimiento guerrillero encabezado por el FSLN era capaz de ejecutar esas acciones, además de despertar a un pueblo que pedía libertades.
“Demostramos que Somoza podía ceder, que no era infalible y que el FSLN era capaz de dar ese tipo de golpe”, reseña el General Hallesleven, ahora que esta heroica gesta arriba a su 41 aniversario.
Ese día el grupo guerrillero, entre los que estaban Eduardo Contreras, Germán Pomares, la compañera Eleonora Rocha y otros, asaltó la casa del ministro somocista José María “Chema” Castillo y tomó como rehenes a todos los invitados a una fiesta de fin de año, entre los invitados se encontraba el embajador norteamericano de esa época, políticos y ministros de Somoza.
“En la historia de Nicaragua esta acción del 27 de diciembre de 1974, se ha dicho que el significado que tuvo fue concluir una etapa, un tramo de la vida del Frente y abrir otro tramo. El Frente había entrado en 1970 en lo que se llamó en un periodo de acumulación de fuerza en silencio, fortaleciendo y privilegiando fundamentalmente la parte organizativa”, reseña.
Como parte de esa organización interna en el FSLN, se incluye el fortalecimiento del movimiento estudiantil, principalmente en las universidades, el mantener el contacto con los dirigentes en las montañas y en los barrios de las ciudades.
Esta estrategia de acumulación de fuerzas en silencio, fue asumida por la dirigencia sandinista tras una serie de golpes dados por Somoza contra el movimiento guerrillero, y la captura de una serie de compañeros que fueron encarcelados por la dictadura, entre estos el Comandante y actual Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.
Este silencio del movimiento guerrillero hizo suponer a Somoza que el FSLN como movimiento insurgente había sido eliminado.
“Ese periodo de acumulación de fuerzas en silencio es lo que se vino a romper a finales de 1974, y es exactamente con la acción que se conoce como la acción del 27 de diciembre del comando ‘Juan José Quezada’ que ese periodo se rompe”, recuerda Hallesleven.
La toma de la casa de José María Castillo, se da en el momento que Somoza, su dictadura y su Guardia Nacional estaban fortalecidas, había cierta estabilidad económica por el auge de la producción algodonera y sus relaciones externas pasaban un buen momento.
“Nicaragua prácticamente estaba con un Somoza, con una Guardia Nacional que eran prácticamente uña y carne. Somoza existía porque la Guardia lo alimentaba y la Guardia se miraba también alimentada por Somoza, por el pensamiento de Somoza. Somoza tenía prácticamente su guardia pretoriana en la Guardia Nacional, eran pensantes en ese momento, Somoza y la Guardia, que al Frente Sandinista lo habían aniquilado, y Somoza en algunas reuniones se jactaba que el Frente ya no existía, que estaba minimizado, que los golpes habían sido tan fuertes que prácticamente ya no representaba ningún peligro para él”, reseña Hallesleven.
Semanas previas al 27 de diciembre, la dirigencia sandinista analizó una serie de acciones para contrarrestar a la dictadura somocista y para exigir la libertad de los presos políticos.
Se decide el asalto a la casa de Castillo, siendo el objetivo el rescate de los dirigentes sandinistas, el demostrar ante el pueblo que el FSLN sigue luchando y denunciar las atrocidades de la dictadura de Somoza.
Hallesleven subraya que la acción del 27, viene a romper una serie de esquemas. Primero, viene a determinar que el Frente Sandinista existe y que es capaz de dar ese tipo de golpes, “prácticamente en las narices y en las costillas de la dictadura de Somoza y de la Guardia Nacional; segundo viene a demostrar que Somoza y su Guardia no son infalibles, viene a demostrar que tanto Somoza como la Guardia son capaces de ceder, por primera vez yo creo en la historia de la existencia de los Somozas, ceden de esa manera a una organización guerrillera de izquierda que viene del pueblo con planteamientos de lucha armada y cede de manera clara y de manera contundente a un planteamiento que se les hace en acción”.
“Viene a demostrar desde otro ángulo, las debilidades que tenía entonces la dictadura somocista que hasta ese momento se había mostrado como algo imperturbable y como algo muy fuerte, creo que la acción en sí viene a despertar y contribuir al posterior engrosamiento del pueblo en las filas revolucionarias, en las diferentes modalidades de lucha que se vinieron gestando posteriormente”.
La misión fue exitosa, Somoza accede a la mayoría de peticiones, los presos políticos fueron liberados y junto a los miembros del comando son trasladados en un microbús junto al cardenal Miguel Obando y Bravo, que sirvió de mediador y posteriormente de garante, junto con otros embajadores. Todos son llevados al aeropuerto donde son montados en avión hacia Cuba.
Días posteriores al hecho, Somoza y su Guardia Nacional, ejecutan una serie de acciones de represión en las montañas, en los barrios y ciudades, una persecución tenaz contra todo aquello que olía a sandinista o contra todo aquel vestigio de lo que el FSLN tenia organizado.
Liderazgo desde la cárcel
“Se desata una represión donde hay una cantidad de hermanos y hermanas muertos, otros presos y lo importante de esto, es que el pueblo es capaz con su organización, que el Frente Sandinista de resistir esa oleada represiva que desata Somoza y la Guardia”.
La planificación de esta acción se da en dos frentes, tanto por la dirigencia del FSLN que de manera clandestina está trabajando y los líderes que permanecen encarcelados y que siempre mantuvieron contacto a lo externo.
Hallesleven recuerda que el comando Juan José Quezada siempre tuvo la orientación de la Dirección Nacional del FSLN, de la cual el comandante Daniel formaba parte junto con José Benito Escobar, Eduardo Contreras y el comandante Tomás Borge, entre otros.
“Daniel siempre mantuvo la correspondencia y el contacto con la parte externa del Frente, ahí habían 13 compañeros todos de mucho prestigio, de una gran historia y entre ellos manejaban siempre la comunicación, manejaban siempre la cohesión. Daniel fue capaz desde la cárcel manejar esa cohesión y desde ahí también manejar una capacidad de poder comunicarse para afuera con el resto de compañeros que estaban afuera”, destaca.
En algún momento se pensó en aceptar la colaboración de algunos guardias somocistas que habían expresado su interés en ayudar, sin embargo era una decisión muy arriesgada, porque podía ser parte de una estrategia para asesinar a los compañeros encarcelados, opción que fue descartada de plano y finalmente se decidió por asaltar la casa de Chema Castillo.
“La libertad de los que en ese momento estaban presos era una condición, al romper ese periodo de silencio, también permitió que salieran en libertad los 13 compañeros, desde esa lógica Daniel mantenía una comunicación con el resto de la Dirección que estaba interna y con el resto de la dirección que estaba en el exterior”.
“Desde esa lógica Daniel sí era participe y participaba y contribuía a lo que era la posible salida, no solamente de él, sino que Daniel ha sido un hombre muy solidario toda la vida, sino que del resto de compañeros que estaban siendo prisioneros por la guardia”.
Esta gesta, además de permitir la libertad de los presos políticos, también consolidó el programa histórico del FSLN, que se fundamenta en las libertades, en el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación y otros derechos que en la Nueva Nicaragua y en esta segunda etapa de la Revolución Sandinista se vienen cumpliendo.
La importancia de la mediación del Cardenal Miguel Obando
En aquel momento el Frente era un movimiento guerrillero con muchas aspiraciones de liberación, tenía unos objetivos que hoy por hoy a la distancia de 41 años, los objetivos en aquel momento se miraban como algo que se planteaba para el futuro, que se planteaba como algo que queríamos los nicaragüenses, ahora con el Buen Gobierno que preside Daniel Ortega, que preside el Frente Sandinista, esos objetivos uno a uno se han venido cumpliendo, sostiene Hallesleven.
En sus palabras, el actual vicemandatario no olvida el papel que jugó la figura del Cardenal Miguel Obando y Bravo, pues logró con su mediación, poner de acuerdo en ese momento a dos sectores antagónicos, sobre todo convenció a un dictador que se creía “invencible” y logró que cediera.
En ese momento, indicó que el Cardenal Miguel era la figura primordial para llevar ese proceso de mediación.
“Somoza era un hombre arrogante, nunca había tenido una situación como esta, nunca había doblado su rey ante el Frente Sandinista, por tanto era de esperarse que adoptara una posición violenta, intransigente, de déspota como era él, sin embargo ahí estuvo el cardenal Miguel, ahí el cardenal se graduó como mediador, si bien era un primer capítulo, era un primer capítulo bastante duro y Somoza cedió a los planteamientos que el FSLN hizo”, señaló.
El cardenal Miguel recuerda que eran las cuatro de la madrugada, cuando sonó el teléfono de su vivienda, le llamaron pidiéndole que llegase a la casa del ministro Castillo.
“Nicaragua vivía momentos muy difíciles, era un momento de mucha polémica y ojalá que siempre apoyemos la paz, una paz que esté apoyada en la verdad, en el amor, en la justicia y en la libertad”, reflexiona el Cardenal Miguel, quien considera que esa acción fue una de las maneras expresadas por el FSLN para pedir un cambio.
“Ellos querían luchar por un cambio, decían que debían entregarse de lleno buscando el bien de los pobres, de la gente que tiene menos recursos y ahora me parece que se ha logrado algún cambio”, dijo.
41 años después de haber contribuido con su mediación en esa gesta, el Cardenal Obando considera que Nicaragua vive en paz.
La mujer siempre presente en el FSLN
En este proceso histórico de lucha del FSLN, la mujer siempre ha estado presente y dentro del comando Juan José Quezada, también fue de gran importancia, recuerda la compañera Eleonora Rocha.
Hallesleven dice que la mujer siempre ha estado presente en cualquier momento de la lucha social, política y organizativa.
Rocha, una mujer de complexión delgada y con un poco más de 60 años de vida, recuerda que esa noche el comando guerrillero entró con mucha determinación a la casa.
“A mí me parece que las mujeres dentro del FSLN tuvimos diferentes etapas de participación, comenzando con las actividades domésticas y culminando con la participación en acciones militares, como la acción en la que yo participé, además de participar en el aspecto organizativo, logística y en la propaganda, lo político; a decir verdad yo me siento muy orgullosa de haber participado en las estructuras del Frente Sandinista y dentro de un operativo que transcendió la fronteras de Nicaragua y que dio a conocer al mundo la fortaleza de una organización”, señala Rocha.
Programas sociales que brindan protagonismo a los pobres
En esta segunda etapa de la Revolución Sandinista, ese programa histórico de restitución de derechos, se viene alcanzando y logrando consideran protagonistas de programas sociales y económicos, como el caso de la señora Geraldine Silva, originaria de Jinotepe.
Para esta mujer, que hasta hace pocos años anduvo recogiendo en las calles botellas plásticas para venderlas a empresas recicladores, su vida ha cambiado para muy bien, en el Parque Nacional de Ferias instalado por el Gobierno Sandinista, tiene un espacio en el que vende comida a precios muy accesibles.
“Yo he salido adelante con todas las oportunidades que nuestro gobierno nos ha dado, empezando cuando se me da la oportunidad de venir a la feria. Yo vine con un perolito a vender indio viejo y hoy ya tengo mi refrigeradora, mi cocina industrial, tengo mi exhibidor de comida, todo gracias a Dios y a las oportunidades que el gobierno me ha dado”, reseña.
Considera que acciones como la emprendida por el comando Juan José Quezada, tuvieron su base en el deseo de ver a un pueblo con mejores oportunidades de desarrollo, a como existen ahora con la Nicaragua de los Nuevos Tiempos, liderada por el Comandante Daniel y la Compañera Rosario.
“Ellos sufrieron y vieron las necesidades, entonces ellos (los guerrilleros) emprendieron su lucha para que hoy nosotros estemos disfrutando de todos los beneficios que nuestro gobierno nos ha dado. Yo era una mujer endeudada, tenía mi casa hipotecada, no tenía dónde sentarme, ahora recuperé mi casa, tengo un pantri donde elaboró mis comidas, tengo sillas en que sentarme, mis hijos estudian en la universidad y también tengo qué comer. Lo que yo tengo ahora, son los sueños de todos nuestros héroes y mártires y aquí el gobierno los está cumpliendo”, señala Silva.
Otro ejemplo de que los programas sociales han cambiado la vida de las familias, lo constituye el artesano del Caribe Julio López Masis, que elabora bellas piezas talladas en madera de rosa.
“Para mí es un orgullo venir a representar a la Costa Caribe, a todo el pueblo del caribe y gracias al comandante Daniel y la compañera Rosario Murillo, este apoyo es muy significante, nos sirve de mucho”, dice este artista caribeño.
Considera que el legado dejado por el Comando Juan José Quezada, es muy importante, porque enseñó un camino de lucha contra la dictadura y ahora ese camino es contra la pobreza, contra el hambre.
“Hoy es una guerra de lucha contra la pobreza, es una guerra de superación que tenemos y gracias a estos espacios que nos brinda el comandante Daniel, nos está yendo muy bien”, añade Masis.
Juventud Sandinista siempre comprometida
En este proceso, el aporte de la juventud ha sido fundamental, por eso el reto es grande para la actual generación de jóvenes sandinistas que desde la JS19 de Julio, cada día se compromete y aportan al proceso de restitución de derechos que promueve la Revolución Sandinista, encabezada por el presidente Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo.
“Esa gesta vino a reivindicar al pueblo, vino a darnos más valor y fuerza para seguir la lucha revolucionaria y ahora la juventud está cumpliendo todas esas metas y todos esos propósitos, también vamos a ir avanzando, viene un periodo de elecciones y la Juventud Sandinista se está llenando de más ánimo y más compromiso revolucionario”.
Muy al contrario lo que ocurrió en la década de los años 70, en la que la juventud era amenazada por la dictadura somocista, hoy la actual generación de jóvenes vive en tiempos de libertad, de estudios y de nueva esperanza.
“Ahora la juventud tiene espacios de recreación, tiene espacios para desarrollarse, para avanzar, para estudiar, para hacer deportes, estamos avanzando para el 2016”.
La acción del 27 de diciembre está grabada en los anales de la historia nicaragüense, no solamente porque fue la primera de gran envergadura ejecutada por el FSLN, sino porque permitió que el pueblo tuviese mayor conexión y mayor involucramiento con el movimiento guerrillero, que precisamente surgía del pueblo.
“La acción del 27 vino a marcar una pauta importantísima; Somoza no era invencible, la Guardia Nacional no era invencible y el FSLN y el pueblo de Nicaragua sí podían derrotarlo”, concluyó Hallesleven a 41 años de haber participado en esa epopeya que marcó el rumbo de nuevos tiempos para Nicaragua.
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de diciembre de 2015 a las 9:45 AM