MANAGUA – NICARAGUA / El Teatro Nacional Rubén Darío vivió una noche inolvidable al rendir homenaje a una de las figuras más icónicas de la danza nicaragüense, la Maestra Haydée Palacios.
La admirada maestra dedicó su vida a rescatar, preservar y promover la identidad cultural de Nicaragua a través de la danza.
- Te recomendamos: Nicaragua y el Pueblo Saharaui reafirman su solidaridad
Carmen María Quintana Palacios, hija de la maestra Haydée expresó su gratitud por el legado de su madre y destacó el apoyo del Gobierno de Nicaragua en la promoción de la cultura, especialmente en los años 80, que su madre describió como «años maravillosos».
AMOR PLASMADO EN CADA PRESENTAIÓN
«Gracias a Dios, el don que le regaló a mi mamá fue compartido con Nicaragua y el mundo. Su amor por la cultura, la idiosincrasia y la vida cotidiana de nuestro pueblo se plasmó en cada puesta en escena», dijo Quintana Palacios.
El homenaje incluyó presentaciones especiales del Ballet Folklórico Haydée Palacios, tanto por sus fundadores como por el ballet infantil.
La audiencia disfrutó de dos temáticas: una dedicada a las danzas icónicas inspiradas por la maestra y otra enfocada en el folclore navideño, mostrando la esencia del pueblo trabajador y sus tradiciones.
SU LEGADO VIVE EN NICARAGUA
Lourdes González Alvarado, fundadora del ballet, recordó con cariño los años de aprendizaje junto a Haydée Palacios,«ella no será recordada solo por su nombre o sus coreografías, sino por su disciplina, su amor y los valores que inculcó en nosotros como bailarines. Su legado vive en cada paso que damos.»
El Teatro Nacional se convirtió en un templo de cultura y danza, donde generaciones pasadas y presentes celebraron a una mujer que dedicó su vida a construir una identidad nacional a través del arte.
Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de diciembre de 2024 a las 9:04 PM
Periodista con 15 años de experiencia y creador de contenido en redes sociales.