Por: Stalin Vladimir Centeno
Joe Biden y Gustavo Petro tienen mucho en común. Ambos son Presidentes: el primero de Estados Unidos y el segundo de Colombia. Los dos son buenos para señalar, cuestionar, criticar, atacar y jugar al policía bueno que pretende salvar el mundo. Biden y Petro se inmiscuyen en los asuntos soberanos de otros países. Sin embargo, mientras ellos malgastan su tiempo metiendo las narices donde no deben, en sus respectivas familias tienen a sus propias ovejas negras. El hijo de Biden, Hunter Biden, es un alcohólico y drogadicto envuelto en varios escándalos sexuales y con juicios legales pendientes. Por su parte, Nicolás Petro es un corrupto que ya estuvo preso y actualmente enfrenta un proceso penal que empaña la presidencia de su padre, Gustavo Petro.
Fue hasta finales de 2020 que Hunter Biden saldó sus deudas fiscales, que se calculaban en más de un millón de dólares. Pero los escándalos para el hijo del presidente apenas comenzaban, ya que una serie de polémicos archivos y fotos contenidos en un ordenador portátil que llevó a arreglar hace tres años y olvidó recoger lo dejaron al descubierto. Hunter llevó su MacBook Pro a una tienda informática de Wilmington, en Delaware, en abril de 2019 para que lo repararan y se recuperaran los datos, pero nunca volvió a por él. El dueño de la tienda, John Paul MacIsaac, hizo una copia del disco duro y se lo entregó al entorno de Donald Trump en plena batalla por la Casa Blanca.
En las imágenes aparece dormido con una pipa de crack en la boca, con prostitutas en la cama, desnudo, con cara de ido y en actitudes muy comprometedoras. También se incluyen fotos más recatadas, pero igual de inquietantes, donde aparece con Hallie Biden, la viuda de su hermano Beau, que murió a causa de un tumor cerebral en 2015. En otras fotos se muestra que tuvo una aventura con su otra cuñada, la hermana de Hallie. En uno de los vídeos publicados, Hunter aparece en la cama con una prostituta, a quien le confiesa que perdió otro portátil durante una de sus locas juergas en Las Vegas, donde estuvo a punto de morir por sobredosis.
Al margen de las escabrosas fotos, los archivos incluyen una gran cantidad de correos electrónicos, mensajes de texto y documentos financieros entre Hunter y socios comerciales que demuestran cómo el hijo del presidente usó su influencia política en negocios en el extranjero, como Burisma, la empresa gasística ucraniana de cuya junta directiva formó parte (le pagaban más de 50,000 dólares al mes) o su vinculación con el magnate rumano Gabriel Popoviciu, condenado por soborno. También figuran archivos sobre supuesta evasión de impuestos y lavado de dinero.
Las drogas, el alcohol y los escándalos han caracterizado la turbulenta vida de Hunter Biden, que ha estado marcada desde niño por trágicos acontecimientos, como él mismo ha narrado en su autobiografía, Beautiful Things, publicada en 2021. Su madre, Neilia, y su hermana Naomi, que tenía 13 meses, murieron en un accidente pocos días antes de la Navidad de 1972, cuando un camión arrolló el vehículo en el que también viajaban Hunter, que tenía 3 años, y su hermano mayor, Beau. Ellos sobrevivieron.
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En 2023, Nicolás Petro estuvo a punto de hundir la presidencia de su padre Gustavo Petro. El caso que llevaba la Fiscalía General de Colombia contra Petro Jr. había salpicado política y jurídicamente a su padre. El fiscal Mario Andrés Burgos anunció el inicio de una audiencia en la que el imputado reconoció que en la campaña presidencial de 2022 recibió dinero de forma ilegal, parte de él procedente de un exnarco, y que hubo cantidades no declaradas.
Recientemente, varios mensajes de WhatsApp y fotografías mostraron grandes sumas de dinero en efectivo en la casa de Nicolás Petro, provocando nuevas sospechas de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Todo esto se ha arrastrado desde octubre de 2022, cuando Laura Ojeda, pareja de Nicolás Petro, envió a su madre una imagen que mostraba fajos de billetes de 50,000 pesos junto a una gorra de Nicolás.
Ni corta ni perezosa, la Fiscalía retomó estas pruebas y las incluyó en el extenso expediente contra el hijo del presidente. La situación empeoró cuando Day Vásquez, exesposa de Nicolás, confesó que él había recibido dinero para la campaña presidencial de su padre, proveniente de fuentes cuestionables, como el exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra y Gabriel Hilsaca, hijo del contratista conocido como el “Turco” Hilsaca.
El escándalo también ha revelado un estilo de vida lujoso de la pareja, con viajes a destinos como Punta Cana y planes para visitar Europa, además de gastos significativos en muebles y tecnología. Estos movimientos financieros no se corresponden con los ingresos de Nicolás Petro como diputado del Atlántico, lo que ha levantado más sospechas sobre el origen de los fondos.
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Ante tantas evidencias que lo incriminan, Nicolás Petro intenta llegar a un preacuerdo con la Fiscalía para así reducir su condena. Nicolás propone aceptar cargos por enriquecimiento ilícito de particulares, en lugar de funcionario, y eliminar el cargo de lavado de activos. Petro Jr. cuenta con una nueva defensa, que es Ricardo Gaviria, un abogado con experiencia en la parte penal. Actualmente, Nicolás Petro, el hijo paria de Gustavo Petro, enfrenta un juicio por presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Esta entrada fue modificada por última vez el 22 de octubre de 2024 a las 2:23 PM