Los niños ante la muerte. ¿Cómo explicar la muerte de un ser querido a un niño?

La muerte es un tema delicado y difícil de manejar. Aún en nosotros los adultos el tema resulta complicado ya que en muchas ocasiones la pérdida de un ser querido causa un impacto emocional difícil de describir en palabras. El dolor de la ausencia, la sensación de vacío, el deseo de haber querido decir y hacer cosas con la persona ahora lejana, entre otras manifestaciones, se hacen presentes al momento de tener que decir adiós a una persona importante para nosotros.

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Ahora, situemos estas mismas sensaciones en un niño. ¿Qué explicaciones podemos darles a los pequeños cuando nos preguntan cosas que tal vez ni nosotros podemos contestar? Y sobre todo, tomemos en cuenta que muy posiblemente la pérdida del ser querido que está experimentando el niño es su primer experiencia frente a la muerte.

La percepción que tienen los niños sobre la muerte es en ocasiones confusa, ya que en la información que tienen acerca de ellos es por medio de los videojuegos o películas en donde los personajes pueden resucitar sin dificultades y las veces que sea necesario.

Es común que muchos niños pequeños vivan sus primeras experiencias frente a la muerte por medio de alguna mascota. Esto de alguna manera les despierta en ellos la duda e inquietud acerca de la concepción de lo que es morir. En algunos otros casos, la pérdida de un familiar provoca en ellos estas mismas sensaciones y genera preguntas como, ¿dónde está mi abuela?,¿por qué ya no hemos ido a visitar a mi tío?, por qué papá está llorando?. Es importante explicarles de manera correcta la muerte de ese ser querido.

Hay una idea fundamental que debe quedar clara por más dura que pueda llegar a ser: la persona fallecida no volverá jamás y no será posible volver a estar con ella. Es necesario aclarar esta situación en los niños por más duro que pueda resultar para nosotros mismos el aceptarla. Es mejor decir la vedad, por más difícil que esta pueda llegar a ser. Es importante no dar sobre explicaciones a los niños que solo puedan confundirlos y perturbarlos más, además de no formular historias fantasiosas que tarde o temprano terminarán por derrumbarse.

Es necesario darles a los niños la oportunidad de llorar, de despedirse de la persona fallecida y de tener su tiempo de duelo, el cual, si se elabora de manera adecuada permitirá al niño salir adelante y sobrellevar la pérdida. No hay que dejar de lado sus opiniones ni hacer de menos sus sentimientos ante la pérdida con comentarios como: “ no seas exagerado”, “ya, para de llorar”, “tú qué vas a estar triste, eres un niño”.

Es importante darle lugar al sufrimiento ya que cada persona significa las pérdidas de manera diferente. Debemos escuchar las ideas, fantasías, angustias, temores y miedos que se pueden también engendrar al momento de vivir una pérdida, ya que en muchas ocasiones, niños que han escuchado que sus abuelos murieron mientras dormían, pueden generar un pavor enorme a dormir ya que contemplan la posibilidad de sufrir la misma experiencia mientras duermen.

Demos lugar a las palabras, que se diga y se escuche aquello que no ha sido pronunciado. Dejemos que el eco silencioso que nos generan las pérdidas retumbe y se pronuncie el dolor de perder a una persona. Demos lugar al sufrimiento y demos tiempo para que este se elabore. Escuchemos lo que tiene que decirse. Escuchemos a los niños.

 

Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de abril de 2016 a las 11:55 PM