El uruguayo vive uno de sus mejores momentos en el Barcelona, tras cerrar la primera vuelta con 14 goles y confirmarse como la dupla ideal de Leo Messi.
Suplicando por mantener a salvo su maltrecha rodilla, avisando del descanso que va necesitando y, ahora mismo, dudoso de participar el jueves en la cita copera frente al Levante, que el Barça precisa remontar, el delantero uruguayo confirmó que su presencia es innegociable en los planes de Valverde y que si no se entiende el futuro sin Messi, imaginar la sustitución de Luis Suárez se aventura una tarea titánica para un club entregado a sus estrellas.
Fichado por el Barça tras el fallido intento de incorporar al Kun Agüero desde el Manchester City, el uruguayo no tuvo un aterrizaje sencillo en el Camp Nou. Si desde el primer día se convirtió en inseparable de Messi, su irascible carácter en el campo, con mordiscos que provocaron sanciones varias, motivaron que fuera recibido con dudas en un entorno que, encima, vio como no pudiendo debutar hasta el mes de octubre de 2014 completaba sus primeros cinco partidos oficiales y siete jornadas de Liga sin ver puerta.
Sin un ‘9’ propiamente dicho desde el fallido experimento con Ibrahimovic, que sucedió sin suerte la salida de Eto’o en el verano de 2009, el Barça había tenido en Villa o Alexis delanteros de acompañamiento para Messi, obligados a desplazarse a la banda, abrir espacios y trabajar en un equipo que cíclicamente varía sin razón aparente su esquema básico.
Así ocurrió primero con el asturiano y después con el chileno, secundarios entregados a la brega y, más aún en el caso del último, a la brillantez que Neymar vino a sumar con Leo. Pero en plena temporada del Tata Martino Andoni Zubizarreta convino que era momento de volver al ‘9’ clásico y después de no poder arrancar al Kun de Manchester, el hoy director deportivo del Marsella fijó su objetivo en Luis Suárez.
DE LA DUDA A LA LEYENDA
“Era un fichaje de riesgo que de pronto se convirtió en casi suicida” explicó a ESPN un antiguo colaborador del área deportiva azulgrana, recordando los precedentes del uruguayo en Inglaterra, sancionado duramente por morder a Ivanovic y que en pleno Mundial de Brasil repitió con Chiellini, recibiendo un
severo castigo de la FIFA que provocó que Zubizarreta tuviera que plantarse ante varios directivos de Bartomeu, contrarios a incorporar a un jugador “marcado. Algunos recordaron a Stoichkov, salvando las distancias, y consideraron que su fichaje se convertiría en una bomba de relojería”.
De aquellas dudas nadie se acuerda hoy en el Barça. Suárez, como Ter Stegen o, en menor medida, Rakitic se ha confirmado como una de las grandes operaciones bajo el mando de Zubizarreta y en su quinta temporada como azulgrana ya es una leyenda en el Camp Nou.
Quinto mejor realizador histórico del club con 166 goles, 18 por debajo de Samitier, Suárez admite con su discurso la necesidad que tiene el Barcelona de comenzar a buscarle un heredero mientras repite en el campo, sin pausa, que su papel es absolutamente fundamental en los esquemas de Ernesto Valverde, como lo fue antes para Luis Enrique y como lo estima el área deportiva dirigida por Pep Segura, rastreando el mercado para hallarle un sustituto de urgencia de presente y un aspirante a sucederle a medio o largo plazo.
Fuente: ESPN Deportes
Esta entrada fue modificada por última vez el 23 de septiembre de 2022 a las 2:39 PM