Para la comandante Doris Tijerino Haslam, que hoy recibirá un honoris causa en la Universidad de León, Luisa Amanda Espinoza simboliza todo lo que el Frente Sandinista de Liberación Nacional plantea de la lucha de la liberación de la mujer.
La comandante Tijerino, conocedora de la lucha revolucionaria de Luisa Amanda Espinoza y Luisa Enrique Lorente estuvo en la Revista en Vivo con Alberto Mora, recordando que un día como hoy, un 3 de abril de 1970 ambos jóvenes cayeron en combate, en León.
“Para mí en el simple hecho de haber caído juntos combatiendo se sintetiza todo lo que el Frente Sandinista vino construyendo alrededor del tema de la participación de la mujer. La luisita cae al lado de un compañero, ella recoge el arma del compañero porque él es el que primero cae. Ella resultó herida, pero disparó”, subrayó.
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Dijo que personalmente nunca estuvo con ella porque la clandestinidad no les permitía ese tipo de relaciones, “sabía de su existencia, sabía que estaba en una casa de seguridad aquí en Managua, que estaba compartiendo esa casa con la comandante Olga Avilés”, relató.
Agregó que “la Luisita se incorporó muy joven, se ha dicho que era de enfermera, pero no era de enfermera, lo que pasa que en la casa de seguridad de Altagracia donde estaba, para justificar que entrara y saliera gente, había un rotulo que decía: ‘Se Inyecta’”.
La compañera Doris Tijerino destaca que Luisa Amanda provenía de una familia numerosa, era la hija número 21 de su mamá, era muy pobre, humilde.
“Se quedó viviendo con una tía, en un barrio y a lado de la casa de donde ella vivía estaba Jorge Navarro y Marvin Guerrero. Y ella sentaba en una ventana, a escuchar tocar la guitarra a Jorge Navarro, en ese momento era una niñita de 11 años o menos, y de ahí nace una amistad. Su incorporación al frente no es accidental, ni es el mérito de nadie de haberla reclutado, ella por el conocimiento y las cualidades de Jorge Navarro, obviamente simpatiza con el Frente Sandinista”, relató Doris Tijerino.
Otra anécdota que contó la comandante Doris Tijerino es que Luisa Amanda trabajó en el Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (Snem) en San José de Cusmapa en 1969. Ahí un Guardia Nacional intento violarla, lo que marcó aún más su rechazo a la dictadura.
“Desde entonces ya se sabía de su disposición a defender su integridad, entró en lucha con su agresor y lo mató con un chuchillo. Eso hace que se regrese a Managua y se incorpora a las tareas de correo y establecer contacto. René Núñez, que estaba en Managua la define como una compañera muy dulce, muy trabajadora, muy transparente, eso es importante en el Frente Sandinista, quiere decir que era una mujer de una sola casa que no era dual y que estaba a entregar su vida incluso por los demás”, subraya.
“La última casa de seguridad que se tuvo en Managua fue en Altagracia, (allí) cayeron tres compañeros, Roger Mauricio y Leonel, dice René que perdieron esa casa y tuvieron que huir, y la Luisita en la noche, sin autorización de nadie, entró por la parte trasera de la casa, y recuperó armas que ahí habían quedado y ella sabía dónde estaban. Dice René que le llamó la atención y le dijo que tenían tan pocas armas que valía la pena correr el riesgo para recuperarla”, agregó a su relato.
Dijo que por eso trasladan a Luisa Amanda a León, pero se da el ajusticiamiento de un esbirro de la seguridad, un 2 de abril y ella y Enrique Lorente andaban en función de contactar.
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“La guardia desató una gran represión y trasladaron elementos de la guardia y la seguridad y ahí los detectan. Se entable el combate, cae Enrique y ella recoge el arma de Enrique e hirió a otro guardia. Está herida, ahí actúa Ronald Sampson, (ex jefe de los temibles Becat y hombre de confianza de la dictadura somocista) quien es quien la interroga y la asesina. Para esa época yo estaba detenida, el alcaide del penal era Alesio Gutiérrez y me pone una foto de la Luisita y le pregunta ¿quién es? Si me preguntaron quién es, eso me dice que pese a las torturas no se identificó”.
Dice la comandante Dorios Tijerino que ya después del triunfo de la revolución comenzó a conocer más de Luis Amanda Espinoza y me dio cuenta que sintetiza lo mejor del FSLN. Viene de una extracción muy humilde, muy pobre, con un espíritu de superación muy grande.
A Enrique Lorente sí lo conoció personalmente, pero tampoco tuvieron relaciones tan estrechas ni sabía cómo se llamaba.
“Él había caído preso antes y logramos liberarlos, me lo encontré una casa de seguridad. Era muy valiente, muy firme. Logramos que un juez le diera casa por cárcel, lo liberara porque estaba muy enfermo, luego que un amigo del Hospital el Retiro le diagnosticara una enfermedad peligrosa para poder sacarlo de la cárcel. Después de esas circunstancias, no volvió a verlo”, relató.
Para Doris Tijerino el hecho que Luisa Amanda es la primera mujer que cae combatiendo en la ciudad simboliza todo lo que el FSLN plantea de la lucha de la liberación de la mujer, que no es un problema de hombre y mujer, sino una lucha de la sociedad, un problema fundamentalmente ideológico y juntos hombres y mujeres hemos ido avanzando.
Enfatizó que eso la asociación de mujeres lleva el nombre de Luisa Amanda Espinoza. Se adopta ese nombre porque es la manera de reconocer que ella representaba lo que era una mujer sandinista integra, abnegada, dedicada al trabajo, “y efectivamente La Asociación de Mujeres Nicaragüenses ‘Luisa Amanda Espinoza’, AMNLAE, en la década de los 80 logra cumplir ese cometido, luego hay cosas que habría que revisar, pero creo que es el momento oportuno para que las mujeres en homenaje a Luisa Amanda por la necesidades mismas de la lucha de las mujeres, retomemos el rumbo perdido, porque en algún momento AMNLAE quedó convertida en una ONG prestadora de servicios legales y de salud”.
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En este sentido dijo que hoy en día ya no se oye hablar de AMNLAE, “eso hay que recuperarlo porque no le pertenece a un grupo X de mujeres, es del Frente Sandinista, nace de la lucha del Frente”, reiteró.
Con respecto al recibimiento de su honoris causa, dijo que le produce una gran satisfacción, pero señaló que no es un reconocimiento personal, ni un mérito personal, “creo que es un reconocimiento a mi trayectoria política, a mi militancia dentro del Frente Sandinista y al reconocimiento que hay del Movimiento Estudiantil y las autoridades universitarias. Pero me siento orgullosa, sobre todo de recibirla al lado de la compañera Gladys Báez, que es una de las compañeras del Frente con la que me he juntado desde que estábamos en el Partido Socialistas las dos, siempre hemos tenidos una relación muy estrecha y eso me produce un gran orgullo”, finalizó.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de septiembre de 2022 a las 9:05 AM