Macabra espiral de amor y muerte convirtió en víctimas a niños inocentes

Una medianamente extensa relación de hechos presentada por la fiscalía de Nicaragua reveló los supuestos bajos instintos que llevaron al nicaragüense Maycol Adrián Salmerón Silva, de 24 años, a desatar una sangrienta espiral de amor y muerte.

Esta misma arrastró consigo dos adultos y tres niños inocentes, en Costa Rica, específicamente en la provincia de Guanacaste, Comarca Santa Cruz, Matapalo.

Los escabrosos detalles recogidos por las averiguaciones relatan cómo se produjeron los asesinatos y las agresiones contra el estadounidense Dirk Bouchamp, de 58 años, su esposa Yeimy Jessica Durán Guerra, de 39 y dos niñas niños de 12 y 6 años y un niño de 8.

Al mismo tiempo, se le responsabiliza por violar a la niña de 12 años, mientras que también se le acusa por el asesinato en grado de frustración por otra niña de 4 años y el abandono y exposición al peligro de una bebé de 6 meses.

La trama data desde el año 2014, momento en el que Bouchamp es víctima de una crisis emocional y económica que motivaron a su esposa a dejarlo.

Tras la ruptura sentimental Yeimy dejó a cargo de su esposo a los hijos y se mudó con la familia de sus padres en San José, capital de Costa Rica. Es entonces, cuando conoce al que hoy tomó su lugar en el lado de los acusados, con la actitud de un estudiante, analizando y escuchando los detalles recabados en su contra.

Michael y la hoy occisa emprendieron una aventura amorosa, que no fue aceptada por la familia de la mujer que todavía se encontraba ligada al extranjero por la ley. Esta situación— o por lo menos era lo que de momento parecía — obligó a Yeimy a regresar a la casa que compartía con el estadunidense, con quien ya tenía formada una familia.

Sin embargo, el distanciamiento no acabó la relación incestuosa. En la casa de las hoy víctimas, situada a un kilómetro en dirección a la playa de la escuela local, el nicaragüense llegó a ocupar un cuarto por el que enteraba un canon de arriendo, como cualquiera que cualquier ajeno al círculo que llegó a la vida de los Durán.

Maycol, era extraño para todos, menos para Yeimmy. El regreso a casa de la mujer de tez blanca, pelo rubio y aspecto atractivo, tuvo otro motivo, que no fue revelado hasta que el nica se había establecido en el hogar de su familia: estaba embarazada.

De acuerdo a lo relatado por la fiscalía, el bebé era fruto de la relación que los amantes sostuvieron en San José. La relación avanzó y se transformó en un triangulo amoroso.

La confianza entre los tres fue avanzando, a tal punto de compartir jornadas de tragos juntos, hasta que la conducta de Salmerón se tornó violenta. El nicaragüense empezó a ser carcomido por los celos.

“Él empezó a tornarse agresivo, posesivo y controlador. Incrementó sus niveles de violencia hacia la víctima a pesar de que ella estaba en estado de gravidez”, señala el libelo acusatorio.

La violencia fue escalando. Salmerón agredía a Durán y la amenazaba de muerte —a ella y al que se atreviera a participar del hecho— si esta lo traicionaba. El temor obligó a Yeimy a recurrir a lasautoridades costarricenses, quienes intervinieron y ordenaron el alejamiento, pero la insistencia del hombre ofuscado por su instinto no se vio menguada.

Ambos regresaron solamente un tiempo después, hasta que su hija, hoy de seis meses, nació. No obstante Bouchamp reconoció a la pequeña como suya, aunque posteriormente permitirá que Salmerón y Durán, se trasladaran a vivir con su hija en la casa grande.

No satisfecho con esto y todavía poseso de sus emociones, el nicaragüense no cesó las agresiones, situación evidenciada por los constantes llamados de Durán al servicio de emergencias 911 de Costa Rica.

Las autoridades iban y venían de la casa. La situación se convirtió en un juego de escondidas. Michael desaparecía del lugar cada vez que conocía que la autoridad visitaría la casa y volvía tiempo después, cuando se sentía una relativa seguridad.

El nicaragüense no sólo temía de ser apresado, sino de ser deportado, pues su situación migratoria en el país no estaba en orden.

Inmersos en el juego del gato y el ratón, llegó el 13 de febrero. Cuando Salmerón llegó esa noche a la casa que ya había declarado su hogar, encontró a Bouchamp sosteniendo relaciones sexuales con Yeimy.

La violencia afloró. Los primeros ataques, según el recuento ofrecido por el Ministerio Público, fueron contra la mujer, para luego dar paso a un encuentro entre los dos hombres.

Mientras los enfrentados medían fuerzas, la mujer aprovechó para llamar de nuevo al servicio deemergencias. El más joven huyó por unas horas mientras las autoridades llegaban a la casa y le perdían el rastro.

Michael rondó el área ese tiempo, consumiendo alcohol y manteniéndose vigilante. Al día siguiente regresó a la casa agobiado por la angustia y con las intenciones de cumplir las amenazas mortales.

La venganza inició en el primero de los tres cuartos de la vivienda. Ese era el cuarto donde cohabitaba con la mujer y su hija. En el trayecto entre la habitación y el baño común Maycol interceptó a Jeymi y el introdujo sendas puñaladas, una en el pecho y otra el área de la clavícula.

Las dos heridas fueron bastantes como para segar la vida de la mujer, que en solo minutos y frente a su hija de 6 años, se rindió a la muerte. A ésta última fueron 5 las estocadas que Salmerón propinó mientras la pequeña acudía junto a su madre herida.

La macabra escena era observada desde el otro extremo del pasillo por el esposo y padre de las agredidas. La reacción del hombre mayor, fue de conseguir un arma en la cocina para defenderse y defender al resto de su familia.

El estadounidense no dudó y se abalanzó sobre el nicaragüense. Sus esfuerzos solo lograron hacer unas pequeñas heridas en el hombre más joven. En cambio, Salmerón consiguió herirlo en el brazo primero, luego en la clavícula y así someterlo.

Finalmente hundió ocho veces profundo el cuchillo en la espalda del hombre caucásico y ocho veces más en el pecho, hasta rematarlo con una puñalada en la parte frontal del cráneo.

De la masacre, sólo sobrevivían ya cuatro miembros de la familia. Tres de ellos — los únicos que podían hacerlo pues la más pequeña tenía poco tiempo de haber nacido — intentaron escapar.

Salmerón Silva a pesar de la brutalidad que había cometido, se propuso dar seguimiento al único niño varón. Corretearon por toda la vivienda, hasta que el niño recibió al fin una herida en su espalda y a la que le siguieron cuatro puñaladas.

Aún con vida, el niño se vio acorralado dentro del baño perteneciente al cuarto principal y que compartía con su padre. Fue ahí donde perdió la vida producto de 7 estocadas en el pecho y tórax, que perforaron su corazón y uno de sus pulmones.

Su siguiente víctima fue la niña de 12 años. A esta le dio persecución hasta su cuarto donde la apuñaló tres veces. Una vez sometida, le arrebató con furia la vestimenta y la violó, antes de quitarle la vida con una estocada en la parte izquierda de la cabeza y otras cinco en la parte derecha de su tórax.

El cuerpo de la menor, fue llevado al baño común por su asesino para lavarla y vestirla de nuevo solamente con su blúmer. El resto de la ropa la tiró a la basura.

Su última víctima, fue la niña de 4 años. Para finalizar la atrocidad decidió también acabarla. Primero la tomó del cabello en su cuarto y estrelló su cabeza violentamente contra un gavetero hasta fracturarle el cráneo.

Luego dejó caer sádicamente el cuchillo sobre su cabeza, logrando herirla antes en las axilas dos veces mientras ella intentaba defenderse. Creyó haberla acabado con una última puñalada en el pecho.

Tras la carnicería el hombre de 24 años huyó del lugar, creyendo dejar viva sólo a su hija en medio de lagrotesca escena.

Dos días luego de lo ocurrido fueron a los cadáveres y a la niña mal herida y al borde de la muerte, gracias a un trabajador del servicio de salud costarricense, quien llegó a la vivienda para tratar de vacunar a la recién nacida.

Tras huir a su país de origen, Salmerón fue capturado por las autoridades nicaragüenses, el viernes 19 de febrero en Las Mojarras, municipio de San Francisco Libre, pues ya se encontraba siendo investigado por la Oficina de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ).

En Costa Rica se solicitó su extradición, pero las autoridades nacionales al considerar que Maycol es un ciudadano nicaragüense debía responder a las leyes de su país de origen.

Desde su captura, el hombre de estatura y complexión media, ha demostrado una actitud impávida y relativamente despreocupada. Hoy, se encuentra frente a un proceso que dio inicio con la audiencia preliminar en la que se le recordaron los hechos y optó por utilizar su derecho al silencio.

Salmerón sigue bajo la tutela de las autoridades nicaragüenses y se encuentra en prisión preventivahasta que concluya el juicio que determinará su futuro en Nicaragua.

Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de abril de 2016 a las 11:39 AM