Los hermanos rogaron a su madre que los dejara seguir durmiendo. Le dijeron que estaban muy cansados e insistieron en que ella les diera ese permiso. El sismo azotó Ciudad de México poco después.
Aunque el terremoto del pasado 19 de septiembre en la zona centro de México destruyó pueblos enteros, dejó miles de damnificados y cobró cientos de vidas, la historia de los hermanos que murieron abrazados bajo los escombros de su edificio ha sido la que más cobertura mediática ha tenido hasta el día de hoy. Y es que, a pesar de lo terrible que han sido todas las muertes ocasionadas por este devastador desastre natural, las de Julián (11) y Jimena (6) tuvieron un tinte aún más desgarrador.
Julián Astudillo entregó crudos detalles sobre la mañana en que sus pequeños hijos fallecieron, y fue él mismo quién señaló que los rescatistas los encontraron abrazados bajo bloques de cemento y restos de madera. Fue inevitable que todos nos estremeciéramos justamente porque, de una u otra manera, imaginamos el sufrimiento y la desesperación que los hermanos vivieron desde el momento en que el edificio se derrumbó hasta que ambos dejaron de respirar. Es horroroso y a ratos hace cuestionar aquello que se llama justicia divina u “orden natural de las cosas”.
Nayeli Flores, la madre de Julián y Jimena también dio detalles sobre el fallecimiento de sus hijos. Tristemente, sus palabras están muy lejos de amortiguar el dolor.
Horas antes del terremoto de 7,1 grados, los hermanos rogaron a su madre que los dejara seguir durmiendo. Le dijeron que estaban muy cansados e insistieron en que ella les diera ese permiso. Al igual que muchas madres, Nayeli no supo negarse a la petición y los dejó descansando en el segundo piso del edificio donde vivían. Luego se fue a trabajar sin saber que nunca volvería a verlos con vida.
El sismo azotó Ciudad de México poco después.
Según relató Nayeli a Univision, una vecina que logró salir con vida del lugar, le confesó que sus hijos rogaron por ayuda mientras estuvieron atrapados bajo los escombros.
“Una vecina me contó que ellos gritaban, ‘mamá, mamá, aquí estoy, sáquenos‘”, señaló la madre de Julián y Jimena.
Además, la mujer confesó que semanas antes del terremoto, sus hermanas le advirtieron sobre lo riesgoso que era vivir en ese edificio.
“Debí haberme ido cuando me decían: ‘vete, se va a caer’, pero yo confié”, narró Nayeli.
Los cuerpos de los hermanos fueron encontrados al día siguiente, cuando lograron retirar los escombros. Sin embargo, Nayeli aseguró que al momento de sacar a sus hijos, los rescatistas le dijeron que estaban vivos.
“Salieron una señoritas y me dijeron, ‘no se preocupe, los están estabilizando’. En ese momento yo empecé a mandar mensajes a mis familiares diciendo que mis hijos estaban vivos y que estaban bien. Pero de repente salen y me dicen que no están vivos”, expresó Nayeli tratando de sacar fuerzas para mantenerse en pie.
Julián y Jimena eran sus únicos hijos y ella los amaba con todo el corazón.
Lamentamos profundamente esta tragedia que refleja la terrible realidad que vivió y sigue viviendo el pueblo mexicano.
Esperamos que tanto Nayeli como todo el resto de las víctimas tengan fuerzas para salir adelante.
Fuente: Upsocl
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2017 a las 10:58 AM