El ministro de Justicia de Brasil, Alexandre de Moraes, denunció la entrada de armas y corrupción en las prisiones del país y señaló que menos de la mitad de los 56 muertos que dejó el motín en una cárcel de Manaos, capital del estado de Amazonas, tenía relación con bandas criminales.
«Esto tiene una cuestión mucho más profunda, que es la entrada de armas en las cárceles en virtud de la corrupción y la posibilidad de que presos peligrosos sometan, independientemente de las facciones, a otros presos», dijo el ministro en una entrevista a Radio Estadao.
De Moraes apuntó que de los 56 muertos registrados a raíz de la reyerta entre dos bandas rivales ocurrida entre el domingo y el lunes en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj) «menos de la mitad tenía conexión con alguna facción u organización criminal».
La sanguinaria reyerta comenzó cuando miembros de Familia do Norte (FDN), una banda criminal que tiene el control en dicha prisión, fueron contra integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), una organización liderada por narcotraficantes presos en Sao Paulo.
Además, otras cuatro personas fueron asesinadas en la Unidad de Prisión de Puraquequara (UPP), en la zona rural de Manaos, y hubo rebeliones en otras dos cárceles del estado.
El ministro comentó que no prevé represalias por parte del PCC después del suceso, el más grave ocurrido en una prisión de Amazonas, y recordó que el estado tiene a su disposición 45 millones de reales (unos 13.7 millones dólares) para abrir mil 800 nuevas plazas penitenciarias y separar así a los internos según su peligrosidad.
El Gobierno brasileño liberó la semana pasada una inversión de más de mil millones de reales (unos 304 millones de dólares) para que los estados construyan nuevas prisiones y modernicen las ya existentes y espera ingresar una nueva partida a finales de este mes.
Por otro lado, De Moraes manifestó que el punto más importante de este asunto es el combate del crimen en las fronteras porque, sostuvo, la lucha por el control de tráfico y armas es uno de los generadores de la violencia dentro y fuera de las cárceles.
«Esos son los puntos centrales del Plan Nacional de Seguridad que va a ser lanzado, la necesidad de un control mayor y efectivo de las fronteras», explicó.
Moraes también indicó que es necesario tratar de manera diferencial el ingreso a prisión de los líderes de facciones de aquellos que son condenados por crímenes más leves.
«Ese es el combate, junto con el control de los presidios, el cual debe ser accionado para disminuir la fuerza del crimen organizado», concluyó.
Esta entrada fue modificada por última vez el 3 de enero de 2017 a las 12:09 PM