Faustina del Carmen Palacios Castro, era vecina de la casa de «Los Sabogales» donde se escondía el Comandante Camilo Ortega, en pleno ataque de la guardia somocista. Ella tenía 27 años, vivió aquellos momentos difíciles y conoció al mártir de la unidad.
«Era un chavalo bien honesto, humilde, valiente, nos enseñó sobre la importancia de la unidad«, comenta Carmen Palacios.
Ahora a sus 67 años, la norteña tiene 6 hijos, trabaja y es viuda; la nefasta guardia le arrebató a su esposo, desde entones ella se esfuerza por sacar adelante a su familia.
Lázaro García López tenía 33 años en aquel tiempo, él es «Julián el monimboseño«, el creador de las bombas de contacto; su ingenio fue incorporado a la heroica lucha de Monimbó.
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«Eran bombas peligrosas, me motivó hacerlas al ver la opresión de aquel tiempo. Por eso hubo revolución, para ver hoy libre a la juventud«, comentó García López.
Por su parte, Alberto José Ortiz García «Choncito», actualmente trabaja en el SILAIS Masaya y participó en la gesta heroica de la insurrección de Monimbó. Es hermano de Armengol Ortiz, dirigente del recordado levantamiento del 26 febrero de 1978.
El legado de la heroica insurrección de Monimbó sigue vigente; símbolo de lucha, heroísmo, dignidad y sobre todo de resistencia de un pueblo digno y luchador.
María Noelia Arauz – Multinoticias
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de febrero de 2018 a las 9:25 AM