“Nicaragua es uno de los países más seguros del planeta”

La embajadora de Nicaragua en Perú, compañera Marcela Pérez Silva, destacó los altos índices de seguridad que ostenta nuestro país, esto durante el Encuentro Internacional Justicia Intercultural, Territorio y Buen Vivir, efectuado en la Universidad Nacional de Cajamarca (Perú).

Palabras de la Embajadora de Nicaragua, Marcela Pérez Silva
en el Encuentro internacional Justicia intercultural, territorio y buen vivir
Aula Magna de la Universidad Nacional de Cajamarca, 22 de junio de 2016

Nicaragua es uno de los países más seguros del planeta. Su índice de homicidios está entre los más bajos del mundo. Jamás ha habido un secuestro. Son raros los asaltos y, más raros aún, los crímenes. ¡Cinco estrellas en su pecho, en materia de seguridad ciudadana!

El pueblo de Nicaragua es en extremo hospitalario. Sus paisajes parecen brotados de la paleta de los pintores campesinos. Nicaragua huele a café y a tierra mojada. Suena a marimba de arco, a mazurquita que alegra los pies, a palo ‘e mayo que enciende los cuerpos como reyerta de panteras.

Nicaragua está hecha de vigor y de gloria.
Nicaragua está hecha para la Humanidad.

Con estas palabras del Comandante Tomás Borge (Nicaragua, 1930-2012) llenas de entusiasmo y merecido orgullo, he querido empezar mi intervención de esta mañana, agradeciendo al Gobierno Regional de Cajamarca por la invitación y a la Universidad Nacional de Cajamarca, por albergar tan importante encuentro.

He sido convocada para exponer sobre un tema que me apasiona y que, a su vez, es la flor en el ojal del Buen Gobierno del Comandante Daniel Ortega en Nicaragua: el modelo policial preventivo, proactivo y comunitario, que tantos éxitos ha cosechado en materia de seguridad ciudadana, como reconoció recientemente la Organización de Naciones Unidas.

Nicaragua es uno de los países más seguros de América Latina. A pesar de estar enclavada en una de las zonas más violentas del planeta, registra índices incomparables a los de sus vecinos. Desde que volvió al gobierno el Frente Sandinista, la tasa de Homicidios se ha reducido en un 22% (la más baja de los últimos 15 años). La tasa promedio de homicidios en América Latina es de 28.5% por cada 100,000 habitantes: El Salvador registra 68.6; Honduras 66; Guatemala 31; Panamá 16; Costa Rica 9.5; mientras que Nicaragua registra apenas 8%. El año pasado, en la región centroamericana se produjeron 17,869 robos de carros: en Guatemala fueron robados 8,095; en Costa Rica 5,222; en Honduras 3,130; en El Salvador 1,035; ¡en Nicaragua 387!

Estos son estudios realizados por Organismos Internacionales, no son nuestras propias evaluaciones, ni nuestras propias estadísticas. Según la medición del Departamento de Estado de los EEUU, en el Combate a la Trata de Personas, Nicaragua ocupa el puesto #21. Es el único país latinoamericano, aparte de Chile, que aparece en la lista. Para que se den una idea, Gran Bretaña está en el puesto #30; y EEUU en el puesto #31. En el Combate a la Delincuencia y el Robo, Nicaragua y Canadá logran la mejor posición de todo el Continente: son los primeros, desde Alaska hasta la Patagonia, según el Informe del Foro Económico Mundial. En Percepción ciudadana tenemos los indicadores más bajos del continente, de ciudadanos que opinan que su mayor problema es la inseguridad (4.7%). En el Perú, el 46% de ciudadanos opinan lo mismo, mientras que en El Salvador, es el 65.2% lo percibe, según el Informe de la Vanderbilt University, de Nashville, Tennessee. La Evaluación de la Gestión de la Seguridad Ciudadana, en cambio, da a Nicaragua la más alta valoración de los países del continente (65.6%) mientras el Perú está en la posición #21 y Argentina en la posición #24 con la más baja valoración de Nuestramérica.

Todo el mundo se pregunta ¿cuál es el secreto de Nicaragua? ¿A qué se debe este milagro en un país con la economía más débil, la menor fuerza policial per capita y los salarios más bajos de la región? Nosotros se lo preguntamos a la Primera Comisionada Aminta Granera, Directora General de la Policía Nacional.

Ella nos contestó:

Para entender este fenómeno, hay que remontarnos a nuestros orígenes. Nosotros somos hijos e hijas de la Revolución. Combatientes sandinistas de la guerrilla que derrocó a Somoza.
Desde el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, queda abolida la Guardia Nacional y se crean los dos cuerpos que serán los pilares de la revolución: el Ejercito Popular Sandinista y Policía Sandinista. Nuestro fundador fue Tomás Borge.
Estos orígenes nuestros nos marcan para siempre. Veníamos de una lucha sin cuartel, cuando nos dicen del triunfo no nos preguntan dónde queremos ir. (Mi sueño era ser escritora, ser profesora, no se me habría ocurrido ser policía, pero me he sentido tan realizada como mujer, como revolucionaria, como nicaragüense, en la Policía Nacional, que si volviese a nacer, entraría a la policía por opción personal.) Nos dijeron: “Vayan y funden la Policía.” No teníamos ni idea de por dónde empezar.
Lo que sí teníamos claro era lo que no queríamos ser. Queríamos ser la antítesis de la Guardia Nacional: un cuerpo represor, responsable de los miles de desaparecidos, que maltrataba a la población, que era corrupto, que nos mataba, que estaba en contra del pueblo.
A partir de eso y de los valores revolucionarios que nos inculca el Comandante Borge, es que surge esta policía “de las entrañas del mismo pueblo”, como dice nuestro himno. Toda la cadena de mandos de la Policía Nacional tenemos la formación de nuestro fundador que, además de gran revolucionario, fue un gran ideólogo.
Tomás nos decía:

“Sueño con una policía que sea la mejor de América Latina, no tanto en su técnica (aunque sí sueño con una policía tecnificada), sino en sus sentimientos de amor y protección hacia su pueblo”,

Entonces eso te queda como un sello marcado porque es lo que nos repetía en todas las formaciones y reuniones, y lo que nosotros hemos venido repitiendo de generación en generación a los nuevos hombres y mujeres policías que nos ha tocado formar.

Tomás Borge había sido antisomocista desde que era casi un niño. En 1961, con Carlos Fonseca y un puñado de jóvenes, funda el FSLN. Participa en la lucha guerrillera, siendo nombrado Comandante de la Revolución. Por su actividad política es encarcelado en numerosas oportunidades: sufre tortura y permanece esposado y encapuchado durante nueve meses de aislamiento total. Al triunfo de la Revolución es nombrado ministro del Interior. Él asume la tarea y coloca en la puerta un cartel que dice: MINISTERIO DEL INTERIOR. CENTINELA DE LA ALEGRÍA DEL PUEBLO.

Al poco tiempo es capturado el hombre que lo torturó. Aquel que le rompió las costillas a patadas y le pateaba las costillas rotas. El que escupía en el vaso de agua que se iba a beber. El que le arrojaba el arroz al piso, para humillarlo. Cuando Tomás lo tiene frente a él, lo mira a los ojos y le dice: “Llegó el momento de mi venganza. Mi venganza personal será perdonarte.”

Tomás había escrito que había que ser “Implacables en el combate y generosos en la victoria”. Por eso, implantó el sistema penitenciario de granjas abiertas, que tanto éxito tuvo, para humanizar el tratamiento a los presos y reeducarlos en la solidaridad. Por eso, también, fue que nombró a la primera Jefa de Policía mujer del mundo: la comandante Doris Tijerino Haslam (que había sido violada y torturada por la Guardia de Somoza) como garantía de que nunca más se cometerían esos atropellos contra el pueblo.

La compañera Aminta nos explica que esta policía revolucionaria asume un modelo preventivo, proactivo y comunitario, profundamente enraízado en la comunidad, cuyo éxito se basa en la amplia participación de hombres, mujeres, jóvenes y niños. Un modelo de cohesión social y participación protagónica de todos. La gran alianza entre trabajadores, gobiernos locales, gobierno nacional y el sector privado.

El modelo policial preventivo proactivo y comunitario se plantea como un trabajo sistémico. La policía es una sola: el área de Drogas, Inteligencia, Investigaciones, Criminalística: todos forman un sistema y es el sistema en su conjunto el que trabaja en función de la Prevención.

Dice la Primera Comisionada:

Nosotros hacemos inteligencia para prevenir. Y si no estuviésemos tan cercanos a nuestro pueblo y tan enraizados en la comunidad, no podríamos tener el aparato de inteligencia que nos permite ser el muro de contención de Centroamérica para el narcotráfico, que sube de sur a norte, y para el trafico de dinero y de armas que baja de norte a sur.
La figura clave de este modelo es el Jefe o Jefa de Sector. Un Sector es una unidad territorial de máximo 2,500 habitantes, a cargo de un Capitán, licenciado en Ciencias Policiales, que mantiene un vínculo directo con la gente, los visita casa por casa, organiza las asambleas y sirve de vehículo para hacerle llegar las demandas de la población a las distintas especialidades policiales que darán una respuesta integral a los problemas específicos de cada sector.

El modelo articula tres subsistemas de prevención: la prevención policial (patrullaje, inteligencia, etc.), la prevención estatal (que involucra a todas las instituciones, ministerios, poderes locales, alcaldías, etc.) y el más importante, la prevención social: que es la comunidad organizada de forma voluntaria, que trabaja en función de su propia seguridad.

Dice la compañera Aminta:

Somos la policía mas pequeña de Centroamérica, tenemos 15,000 efectivos nada más, pero tenemos más de 100,000 personas organizadas, que de forma voluntaria trabajan con nosotros en función de su propia seguridad.
Y ¿quienes son estas personas? Estudiantes secundarios que forman Brigadas estudiantiles de tránsito. Universitarios que hacen su pasantía en las delegaciones de policía. Mujeres estudiantes de Derecho, Psicología o Sociología que hacen voluntariado en las Comisarías de la Mujer y acompañan a las víctimas de violencia intrafamiliar, sexual y de género, desde el momento que estas ponen la denuncia hasta el momento del juicio oral. Trabajadoras sociales que visitan sus casas para ver si el hecho de poner la denuncia no agudiza el ciclo de la violencia. Líderes religiosos. Notables del lugar. Promotoras de la mujer (6000 sobrevivientes de violencia de género). Miembros del Poder ciudadano. Madres de familia. Jóvenes desmovilizados de la violencia juvenil (20,000 ex pandilleros).

En Nicaragua no hay maras. Las pandillas nicas no tienen vínculos con el crímen organizado, como sucede en El Salvador, Honduras o Guatemala. Y la forma en la que la Policía ha trabajado con ellas, ha sido totalmente distinta a como lo ha trabajado el triangulo norte.

Dice la Primera Comisionada:

Nosotros les llevamos 10 años de ventaja, porque allá por el 85, empezaron a surgir estos grupos en Honduras, y recuerdo bien que nos reunimos en un Consejo Nacional donde estaba Tomas Borge, y nos preguntamos: ¿por que no hay aquí pandillas? Y dijimos “bueno nuestros jóvenes están alfabetizando, están cortando algodón y café, están en el servicio militar, están formando parte activa de todo el sistema de nuestra sociedad”.
Diez años mas tarde, cuando ya el FSLN había salido del gobierno, empezaron a surgir los primeros grupos, y nos volvimos a reunir, y nos preguntamos cómo enfrentar el problema. Vimos que en Honduras estaban aplicando la “mano dura”, la “tolerancia cero”. Hacían redadas de pandilleros que luego aparecían muertos en las cárceles (porque en Honduras les pegaban fuego a las cárceles y se morían los pandilleros). La respuesta era que estos le cortaban la cabeza a los policías y las ponían en el Parque Central, o las dejaban en la puerta de la Casa Presidencial. Nosotros nos dijimos ¡no vamos a hacer eso! Si hace diez años la respuesta fue que nuestros jóvenes estaban alfabetizando, cortando café, cortando algodón, la palabra clave para enfrentar la violencia juvenil tiene que ser “inclusión social”. Entonces creamos una dirección, la Dirección de Juventud, que trabajaba en función de incluir a estos jóvenes, de encontrarles un espacio en nuestra sociedad, porque son jóvenes excluidos de un sistema cultural, de un sistema familiar incluso, de un sistema económico y de un sistema laboral. Y formamos un Centro de Jóvenes, en donde llegan los chavalos: unos aprenden panadería, otros barbería, otros mecánica, electricidad, carpintería. Es un Centro auto-sostenible porque también siembran, venden las verduras, pintan y venden sus cuadros. Cuando salen del Centro, tienen un titulo de técnico medio, y un aval policial. Hemos hecho un convenio con la empresa privada, y a los jóvenes que tienen aval policial, se les da trabajo. Entonces, les encontramos un lugar, los incluimos en la sociedad. Tienen un coro, y el director del Teatro Rubén Darío les da clases de canto. En las fiestas patronales con 500,000 personas en las calles, la seguridad consiste en un policía y un joven desmovilizado de su pandilla, entonces participan en su propia seguridad, de su pueblo, de su familia, y trabajan con otros jóvenes para convencerlos de que salgan de esa actividad. Los fines de semana ustedes vieran los barrios de Managua, llenos de equipos de baseball, de futbol, de voleyball, donde están estos chavalos que ya se han desmovilizado, con los otros que no se han desmovilizado, y los equipos de la Academia de Policía, haciendo todo tipo de deportes: es la forma en que nosotros prevenimos la violencia juvenil.
La Policía Nacional elabora los planes policiales a partir de las demandas propias de cada sector. No se planifica de arriba hacia abajo, sino a partir de lo que exprese la asamblea de las 2,500 familias a través de su jefe o jefa de sector. La planificación se inicia a finales del año con asambleas simultáneas en todo el país. En ellas se discute cuáles son los principales problemas de seguridad y sus principales demandas. A partir de ellas se elabora un plan de trabajo individualizado. Cuando termina el proceso asambleario se tienen centenares de planes, a partir de los cuales se elaboran las prioridades de trabajo en cada sector.

Este es nuestro modelo de responsabilidad compartida a partir de la inclusión, la integración, la previsión y los continuos re-ajustes, que ha conseguido generar un ambiente de seguridad ciudadana jamás vista en Nicaragua y que ha sido uno de los grandes aportes del Gobierno sandinista del comandante Daniel Ortega: el mejor que hemos tenido en nuestra historia, a la estabilidad política, económica y social del país.

Fuente: http://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:43850-nicaragua-es-uno-de-los-paises-mas-seguros-del-planeta

Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de julio de 2016 a las 3:59 PM