Nicaragua está en lo correcto al insistir en que la crisis de los emigrantes cubanos debe ser abordada en el seno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), y todos los intentos de Costa Rica de bloquear esta discusión lo que indica es que realmente no quiere que se solucione el problema.
Para el experto en derecho internacional, Mauricio Herdocia, aún y cuando Costa Rica esté pretendiendo bloquear la discusión, este tema sí amerita un abordaje serio, franco y fraternal entre los países de la región, incluyendo México y los mismos Estados Unidos, ya que ese gobierno aprobó una ley que permite a los cubanos quedarse en su territorio una vez hayan entrado a su jurisdicción.
“Esto está ocasionando que una gran cantidad, miles, de ciudadanos cubanos decidan hacer un tránsito por los territorios centroamericanos”, explica.
El experto, recuerda, obstante, que el problema de fondo de la situación actual es que no se pueden propiciar olas de migración que no tengan un contexto de derecho internacional.
“En ese sentido, me parece que el Sistema de la Integración Centroamericana tiene los instrumentos para contribuir a encontrar una solución que responda a estos criterios”, refiere.
Herdocia señala que un país -en este caso Costa Rica- no puede de manera unilateral enviar a otro a una enorme cantidad de migrantes sin hacer los arreglos pertinentes. En términos específicos, el jurista subraya que esta ola migratoria carece de un marco de legalidad, seguridad y orden.
Hay que aprovechar las facilidades del SICA
Por esta razón es que exhorta a Costa Rica a no reunir al SICA, sino más bien a aprovechar las facilidades que este pone a disposición de las naciones que son miembros de este organismo de integración.
“Costa Rica debe hacer un esfuerzo especial, entender que los países centroamericanos no vivimos aislados, no podemos practicar políticas unilaterales, y sobre todo en materia de inmigración, permitir el ingreso de miles de ciudadanos cubanos que van a tener que transitar forzosamente por territorios en donde quedan sujetos, por ejemplo, a las maras, al crimen organizado, al tráfico de migrantes, a los peligros de violencia, sobre todo, que acontecen en los países del norte de Centroamérica”, manifiesta.
«El SICA es una oportunidad que debería de aprovechar Costa Rica y los demás países centroamericanos, incluyendo Nicaragua, para encontrar soluciones, para encontrar los protocolos correspondientes para impedir el lanzamiento de una población migrante sin el marco legal, de seguridad y de garantías que debe acompañarse”, apunta.
Algo en lo que hace hincapié es que en temas migratorios, Centroamérica siempre ha tenido posiciones conjuntas frente a Los Estados Unidos, de tal forma que “fragmentar la voz unitaria de Centroamérica tiene un efecto” negativo sobre los migrantes de la región.
En este punto, para Herdocia la Comisión de Seguridad del SICA debe ser muy firme también al exigir al gobierno estadounidense que aplique con los migrantes del istmo las mismas condiciones de privilegio que tienen los ciudadanos cubanos.
Costa Rica quiere quedar con víctima
Por su parte el analista político, Luis Humberto Guzmán, destaca que el actuar de Costa Rica lo que busca es impedir que funcione el Sistema de Integración Centroamericana.
Guzmán asegura que el gobierno costarricense está tratando de desvirtuar la situación y “crearse una imagen de víctima” ante la situación de los migrantes cubanos.
“Nicaragua está actuando en la línea correcta con los principios de derecho internacional y además con sensibilidad por esas personas. El SICA es el órgano en donde se pueden resolver esos asuntos con mucha agilidad, con mucha rapidez”, dice Guzmán, para quien bloquear el SICA es no querer llegar a una solución.
Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de noviembre de 2015 a las 3:32 PM