Managua, 11 de Marzo, 2021
Su Santidad
Papa Francisco
El Vaticano
Roma
Santo Padre, Papa Francisco:
Al cumplir Usted este Sábado 13 de Marzo, 8 intensos Años de Pontificado, en nombre de las Familias de Bien, de la Juventud esperanzada, de las Mujeres Dignas y Laboriosas, de los Varones que trabajan de Sol a Sol, de l@s Abuelit@s, de las Personas con alguna forma de Discapacidad, y de tod@s l@s nicaragüenses que le apreciamos y bendecimos, enviamos a Usted nuestros Saludos, muchos Saludos, con humilde Reconocimiento por su infatigable Labor Misionera, promoviendo Entendimiento, Concordia, y Derechos para Tod@s.
Herman@s Tod@s, dice Usted, y nosotros repetimos que desde nuestra Fé y Convicciones Cristianas tratamos de asumir el Amor al Prójimo, la Alegría, y la Ternura que és Solidaridad, como Tarea y Misión de todos los días, desde nuestras imperfecciones humanas, pero tratando siempre de vernos en el Rostro de Cristo Jesús, para ser Voces y Corazones que tratan de hacer la diferencia en este Mundo árido, cruel, y desconectado de las verdaderas razones para la Vida, con todos sus Milagros.
Al saludarle, felicitamos sus 8 Años de Lucha por los pobres, los necesitados, los sufrientes, cuyas imágenes dolientes, Usted ha colocado en los vitrales de un imaginario que debemos cambiar, para que la Justicia sea, y para que todos los Seres, en nuestra Casa Común, vivamos con Optimismo, con Cariño, con Merecimientos, como propone Cristo Jesús.
Siga Adelante, Santo Padre, Usted és un Buen Pastor, un Magnífico Pastor, que entiende y defiende a los excluidos, discriminados, ofendidos y humillados de siempre.
A fuerza de exigir lo Justo, lo imprescindible ya, la Familia Humana y el Mundo que nos acoge podrá cambiar. Para que el brillo de los Ojos que reciben el Don, la Gracia, las expresiones ineludibles de Justicia para Tod@s, sean las Luces que iluminen este otro Siglo, donde lo Humano Verdadero y lo Divino Trascendente, deben prevalecer.
Lo queremos mucho. Cuídese por favor. Los Países empobrecidos del Mundo nos sentimos bendecidos con su clarísima, elocuente y espiritual palabra transformadora y bienhechora.
(FIRMAS)
Daniel Ortega Saavedra Rosario Murillo