Un análisis genético determinó que en los departamentos amazónicos de Beni y Pando habita la ‘Eunectes beniensis’, una clase de boa que vive amenazada por el crecimiento de las manchas urbanas y la tala de los bosques de la región. Informó el medio internacional Sputnik.
Mediante análisis de ADN se confirmó lo que se sospechaba: en la Amazonía de Bolivia vive una diferente especie de boa llamada por los lugareños sicurí. Se trata de la Eunectes beniensis , que se incorpora al catálogo como una de las cuatro especies de serpientes constrictoras que habitan en Sudamérica.
El biólogo Vincent Vos, quien desde hace años también sigue el rastro de la nueva especie, conversó con Sputnik sobre el hallazgo y comentó cuáles son las amenazas que sufren las boas por las actividades humanas en las selvas.
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Vos contó que la nueva especie fue descrita en 2002 por el también biólogo Lutz Dirksen, de Alemania. En los 20 años que lleva viviendo en la Amazonía boliviana, el experto pudo documentarla varias veces. Compartió con Sputnik algunas de las fotos que pudo tomarle.
Según los análisis genéticos, la Eunectes beniensis tiene menos en común con las Eunectes notaeus (de mayor presencia en el sur amazónico) y la E. deschauenseei (más vista en el norte de esta región), consideradas las especies de boa de menor tamaño. Llegan a medir hasta cuatro metros.
La más grande, la E. murinus, alcanza hasta los 10 metros. Vos contó que la población beniana «le dice a esta sicurí grande ‘la 888’, porque en su piel tiene como anillos con dos líneas que forman unos ocho. La beniensis no tiene eso. En vez de anillos tiene manchas redondas negras en los costados».
Y mientras la sicurí 888 tiene tres líneas en su cabeza, la beniensis tiene cuatro. «Sus colores tienen patrones distintos», explicó el biólogo, nacido en Países Bajos.
Amenazas sobre las boas
Que se haya clasificado una nueva especie de boa no quiere decir en absoluto que estas serpientes cuenten con una población próspera. El crecimiento de las manchas urbanas en los poblados amazónicos y la tala de sus bosques ponen en peligro la supervivencia de estos enormes reptiles.
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«En Riberalta [población de Beni donde vive Vos con su familia] todos los años un grupo de personas pilla una sicurí en plena ciudad, en un barrio o un arroyo, y la matan nomás», explicó el biólogo.
En muchos casos, las serpientes atacan a perros, gallinas o pequeños animales de las casas. Entonces las capturan y generalmente las comen, comentó Vos. Cuando son épocas de lluvias crecen los ríos, entonces tanto boas como caimanes irrumpen en los barrios.
«Cuando fue la inundación de 2014, la gente contaba que el 80% de sus patos habían desaparecido por la sicurí y el caimán. Son animales que viven lejos, no están en contacto con los humanos. Pero con las crecidas llegan a las casas y se comen gatos, perros, patos, gallinas», relató.
Por ello, «aquí, en los barrios de Riberalta, cuando la gente las ve y las puede matar las mata».
La suerte del jichi
Para varios pueblos indígenas de la Amazonía, los animales de la selva —como el jaguar, el caimán o la misma boa— representan a espíritus de la naturaleza a los cuales no se debe molestar, ni afectar los espacios donde viven. La persistencia de esta creencia, aunque viene en caída, contribuye a salvar algunas vidas salvajes.
«Aún se cree en el jichi, que es el dueño de un arroyo, un pauro [ojo de agua]. Una sicurí grande puede ser dueña y cuando le hacen daño se seca el agua del arroyo, por ejemplo. Es un criterio ambientalista dentro de la cultura ancestral, que permite cierta conservación», explicó Vos.
Más allá del crecimiento de los barrios en la Amazonía, «hay algo más preocupante, que es la deforestación. En el sur de Beni se está promoviendo el cultivo de arroz, así se secan los pantanos, curichis (lagunas) y lagos».
«El hábitat de la sicurí está desapareciendo. Es una especie amenazada por la pérdida de su hábitat, antes que la caza».
¿Podrían actuar desde las alcaldías o gobernaciones para proteger estas especies? Para Vos no tiene mucho sentido: «Van a encerrar al bicho y hacerlo sufrir el resto de su vida, sin que logren reproducirse».
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¡Impresionante! Esta es la nueva especie de boa clasificada en la Amazonía de Bolivia
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— Canal 4 Nicaragua (@Canal4Ni) December 6, 2022
Para el biólogo lo más recomendable sería «optar por un sistema de producción que no sequen arroyos ni tumben los bosques. Debemos buscar formas de convivir con la naturaleza y garantizar que tengan donde vivir los animales en áreas protegidas».
Según Vos, esto no ayudaría solamente a los animales de la Amazonía: «Tener agua es importante para la sicurí, pero también para el ser humano. Si secamos el agua de arroyos y curichis sufre la sicurí, pero también sufrimos nosotros», consideró.
La E. murinus se encuentra en Colombia, Venezuela, Guyana, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil. La E. notaeus vive en Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina. La E. deschauenseei es del nordeste de Brasil. La E. beniensis vive en los departamentos bolivianos de Beni y Pando.
Los resultados de los estudios genéticos, encabezados por David Tarknishvili, de la Ilia State University de Georgia, fueron publicados recientemente en la revista Amphibia-Reptilia.
Esta entrada fue modificada por última vez el 6 de diciembre de 2022 a las 9:31 AM