OMM revela cifras de mortalidad por fenómenos meteorológicos

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado “récords mundiales” del número de víctimas mortales registradas por causa de ciclones tropicales, tornados, rayos y tempestades de granizo. Es la primera vez que en el Archivo oficial de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos de la OMM se incluyen, además de récords de temperatura y otras variables, los impactos de fenómenos específicos.

OMM revela cifras de mortalidad por fenómenos meteorológicos

Los datos se han anunciado poco antes de que se celebren dos conferencias importantes sobre la mejora de los sistemas de alerta temprana multirriesgos y el fortalecimiento de la reducción del riesgo de desastres, en Cancún (México), del 22 al 26 de mayo, que han sido organizadas por la OMM y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

“Los fenómenos meteorológicos extremos ocasionan graves destrozos y causan un gran número de víctimas mortales. Esa es una de las razones por las que la OMM se esfuerza en mejorar las alertas tempranas multirriesgos y las predicciones que tienen en cuenta los impactos, y en aprender de las lecciones extraídas de desastres ocurridos en el pasado para evitar que se repitan en el futuro”, afirmó Petteri Taalas, Secretario General de la OMM. “Nunca debería perderse de vista la faceta humana inherente a todo fenómeno extremo”, señaló.

Un comité de expertos de la OMM realizó una exhaustiva investigación sobre los registros fehacientes de casos de mortalidad relacionados con cinco fenómenos meteorológicos específicos. En la investigación no se tuvieron en cuenta las olas de calor y frío, ni las sequías o las inundaciones. Se espera que en el futuro se añadan los impactos de otros fenómenos al Archivo oficial de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, que mantiene la Comisión de Climatología de la OMM y en el que se recogen datos detallados de los récords de calor, frío, velocidad del viento, precipitaciones y otros fenómenos.

El comité llegó a las siguientes conclusiones:

– Récord de mortalidad causada por un ciclón tropical: se estima que el paso de un ciclón tropical los días 12 y 13 de noviembre de 1970 por Bangladesh (entonces el Pakistán Oriental) causó directamente la muerte de 300 000 personas.

– Récord de mortalidad causada por un tornado: se estima que el tornado que destruyó el distrito de Manikganj, en Bangladesh, el 26 de abril de 1989 causó 1 300 víctimas mortales.

– Récord de mortalidad causada por un rayo (de forma indirecta): se estima que el incendio causado en varios tanques de combustible por un rayo en Dronka (Egipto) el 2 de noviembre de 1994 provocó la muerte de 469 personas.

– Récord de mortalidad causada directamente por un solo rayo: 21 personas que se encontraban en una choza de las tierras tribales en fideicomiso de Manica en Zimbabwe (entonces Rhodesia) murieron a causa de un único rayo el 23 de diciembre de 1975.

– Récord de mortalidad causada por una tempestad de granizo: una fuerte tempestad de granizo, que ocurrió cerca de Moradabad (India) el 30 de abril de 1888, mató a 246 personas con pedriscos tan grandes como “huevos de ganso, naranjas y pelotas de críquet”.

“Un aspecto abarcado por los debates y estudios relativos al cambio climático es la mayor amenaza de mortalidad que este supone para la población del planeta. A medida que la población mundial prosigue su crecimiento paralelamente al cambio climático mundial, una mayor parte de la humanidad se ve amenazada por numerosos fenómenos climáticos y meteorológicos”, escribió el comité de expertos en un artículo publicado en la edición en línea de la publicación Weather, Climate and Society (Tiempo, clima y sociedad) de la Sociedad Meteorológica de los Estados Unidos.

“No obstante, la vulnerabilidad depende tanto del riesgo de que se produzca un fenómeno como de la adaptación o resiliencia al fenómeno. Por ejemplo, la mortalidad relacionada con una ola de calor tiende a disminuir cuando se generaliza el aire acondicionado. De igual modo, el número de víctimas originadas por un rayo decrece cuando se instalan pararrayos en los almacenes de municiones y se establecen protocolos de seguridad para casos de rayos en los programas de atletismo”, escribieron los expertos.

La tasa de mortalidad general también puede disminuir gracias a la mejora continua de las infraestructuras de predicción y aviso. Por ejemplo, el sistema Meteoalarm en Europa, que es un servicio en línea concebido para proporcionar avisos de fenómenos meteorológicos extremos en tiempo real a las personas que viajan por Europa.

“Aun con estas mejoras, seguirá habiendo mortalidad por causa de los fenómenos meteorológicos. Para situar en el contexto histórico que corresponde las posibles catástrofes del futuro, resulta útil tener conocimiento de cómo han ido evolucionando los datos sobre la mortalidad asociada a los fenómenos meteorológicos, recogidos durante los últimos 150 años de registros meteorológicos internacionales oficiales”, dijo el comité de la OMM.

El variado grupo de 19 expertos internacionales estaba compuesto por climatólogos y meteorólogos, así como por un médico y un historiador de la meteorología. Consideró únicamente los casos de mortalidad por fenómenos meteorológicos extremos a partir de 1873, fecha en la que se creó la Organización Meteorológica Internacional, predecesora de la OMM, aun cuando antes de esa fecha también se hubieran dado fenómenos con tasas de mortalidad especialmente altas, para garantizar así la calidad de los datos meteorológicos disponibles. El grupo de expertos asumió la tarea de obtener documentación directa sobre cada fenómeno y establecer el número de víctimas asociado a cada fenómeno con la mayor precisión posible.

Los expertos seleccionaron cuidadosamente fenómenos determinados con el fin de establecer procedimientos y directrices para posibles evaluaciones futuras de otros fenómenos como las olas de calor o las inundaciones.

“Las muertes causadas por estos fenómenos ponen de relieve el lado trágico inherente a los diferentes tipos de condiciones meteorológicas. El conocimiento detallado de estos fenómenos extremos del pasado confirma que tenemos la responsabilidad permanente no solo de predecir y vigilar el tiempo y el clima, sino también de utilizar esa información para salvar vidas en todo el mundo, de modo que se atenúe el impacto de este tipo de desastres o incluso se elimine en el futuro”, dijo Randall Cerveny, portavoz de la OMM sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.

Como es la práctica habitual con las evaluaciones de fenómenos meteorológicos extremos que realiza la OMM, si surgen elementos nuevos podrán realizarse nuevas evaluaciones en el futuro.

“La validación de estos nuevos valores mundiales para los casos de mortalidad causada por fenómenos extremos constituye una prueba sólida en lo que se refiere a muchos de estos fenómenos mortales que no han sido compilados de forma rigurosa en el pasado; asimismo, viene a confirmar lo que ya se sabía, es decir, que algunos tipos de condiciones meteorológicas pueden causar numerosas víctimas mortales, y además constituye una referencia que puede usarse para comparar posibles tragedias que se produzcan en el futuro a causa de fenómenos meteorológicos”, manifestó Thomas Peterson, presidente de la Comisión de Climatología de la OMM.

La OMM está intensificando su colaboración con las organizaciones asociadas de las Naciones Unidas para contribuir a mejorar los conocimientos sobre los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en los ámbitos humanitario y ambiental, y ha empezado a tener en cuenta esta información en sus informes sobre el estado del clima.

Información detallada sobre los fenómenos extremos

Ciclón tropical más mortífero:

El ciclón tropical que ha causado la mortalidad más alta fue el que en 1970 arrasó Bangladesh (entonces el Pakistán Oriental) los días 12 y 13 de noviembre. Se estima que este ciclón tristemente célebre, también denominado el Bhola en algunas ocasiones, causó entre 300 000 (estimaciones mínimas) y 500 000 (estimaciones máximas) víctimas mortales (en su mayoría como resultado de una gran marea de tempestad que arrolló las islas y las marismas situadas a lo largo de las costas del golfo de Bengala). Al igual que sucede con cualquier desastre de tal magnitud, suelen darse balances exagerados del número de víctimas y es difícil obtener cifras oficiales, pero el comité convino en que las estimaciones mínimas eran las que estaban documentadas con mayor exactitud.

Tornado más mortífero:

El 26 de abril de 1989 un tornado asoló el distrito de Manikganj, en Bangladesh, destruyendo dos ciudades y dejando a unas 80 000 personas sin hogar. Esta violenta tormenta, de una anchura cercana a 1,6 km, dejó más de 12 000 heridos y se le atribuye un elevado número de víctimas mortales que, según las estimaciones más fiables consideradas por el comité, fue de 1 300 personas.

Efectos indirectos de los rayos:

Tormentas sumamente violentas asolaron Dronka (Egipto) el 2 de noviembre de 1994, causando grandes daños y crecidas repentinas. Un rayo incendió tres tanques de almacenamiento de petróleo, cada uno de los cuales contenía unas 5 000 toneladas de combustible para aeronaves o gasóleo. Estos tanques estaban situados junto a unas vías férreas que, posteriormente se hundieron debido a que el terreno cedió a causa de las aguas de la crecida. El combustible prendió fuego con la descarga del rayo y las aguas de crecida empujaron el combustible inflamado hasta el pueblo. En un documento oficial el Ministerio de Salud de Egipto se informó de que en los hospitales de la región habían ingresado 469 muertos.

Efectos directos de los rayos:

Se determinó que el mayor número de víctimas mortales causadas directamente por un rayo era de 21 personas. El hecho se produjo el 23 de diciembre de 1975, momento en que esas personas se encontraban en una choza en las tierras tribales en fideicomiso de Manica en la Rhodesia Oriental [actual Zimbabwe]. Casi el 90% de los edificios del África Subsahariana, especialmente las viviendas, carece de pararrayos, lo que deja a familias enteras, escolares y trabajadores en situación de vulnerabilidad permanente. Las escuelas y los hogares, en particular, tienden a estar construidas en adobe, con el tejado de paja o de chapa sujeto con piedras.

Granizo más mortífero:

A la tempestad de granizo que ocurrió cerca de Moradabad (India) el 30 de abril de 1888 se le atribuyen nada menos que 246 víctimas, que murieron a causa de pedriscos tan grandes como “huevos de ganso, naranjas y pelotas de críquet”. Un meteorólogo que fue testigo ocular de la tempestad apuntó que los tejados de las casas se vinieron abajo, las puertas y ventanas se rompieron, y las verandas se las llevó el viento. “Las personas a las que la tempestad sorprendió al aire libre y sin cobijo murieron a causa del pedrisco que les cayó encima. En la pista de carreras se encontraron 14 cadáveres. La tempestad sorprendió y aniquiló a los asistentes de más de una celebración de boda cerca de las orillas del río. La policía informó de que 1 600 cabezas de vacunos, ovinos y caprinos murieron a causa de la tempestad”, escribió John Eliot, que se iba a convertir en el primer Director General del Departamento de Meteorología de la India.

FUENTE: el19Digital

Esta entrada fue modificada por última vez el 18 de mayo de 2017 a las 12:19 PM