Papa Francisco realiza tradicional ofrenda a la Inmaculada

El Santo Padre ha realizado la tradicional ofrenda a la Inmaculada entre los aplausos de los peregrinos que han acudido a Roma por el inicio del Jubileo de la Misericordia.

Desde una hora antes de la llegada del Papa Francisco a la Plaza de España de Roma, no cabía un alfiler en esta céntrica zona de la capital italiana, donde cada 8 de diciembre el obispo de la ciudad deja flores a la estatua de la Inmaculada Concepción, para pedir su intercesión por el mundo entero. Recibido con un gran aplauso y con gritos de ¡Viva la Virgen! y ¡Viva el Papa!, Francisco pidió a la Madre de Dios su maternal protección y bendijo las flores que le dejó a los pies de la columna que sujeta su imagen.

Hablamos de una antigua columna romana de mármol cebollino que se encontró en el monasterio de Nuestra Señora de la Concepción en Roma y fue llevada a Plaza de España para celebrar la proclamación del dogma que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX:

La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).

Pío IX fue el primer Papa en enviar flores a la estatua de la Virgen Inmaculada de la plaza España y fue San Juan XXIII en 1958, el primer pontífice que se las llevó personalmente. La tradición fue continuada por los Papas Pablo VI, san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

Esta famosa plaza en el centro de Roma recibe su nombre por el Palazzo di Spagna que se encuentra a la derecha de la escalinata, y que es sede de la Embajada de España ante la Santa Sede desde 1647.

Esta entrada fue modificada por última vez el 8 de diciembre de 2015 a las 4:24 PM