La Basílica de San Pedro acogió la ordenación episcopal de 3 nuevos nuncios que fueron nombrados por el Papa Francisco hace algunas semanas.
Francisco les recordó que han sido elegidos “entre los hombres y por los hombres”. “No sois llamados para hacer negocios, la mundanidad o la política: episcopado es el nombre de un servicio, no de un honor. Porque al obispo le compete más el servir que el dominar”.
Se trata de Mons. Waldemar Stanislaw Sommertarg, del clero de la Diócesis de Pelplin, nacido el 6 de febrero de 1968 en Wicbork (Polonia); de Mons. Alfred Xuereb del clero de la Diócesis de Gozo (Malta), donde nació el 14 de octubre de 1958 y de Mons. José Avelino Bettencourt, de la Arquidiócesis de Ottawa (Canadá), nacido el 23 de mayo de 1962 en las Azoras (Portugal).
El primero de ellos es el nuevo Nuncio de Nicaragua, el segundo de Mongolia y Corea, y el último en Georgia y Armenia.
El Pontífice presidió la celebración en la festividad de San José, y señaló que “en el ministerio del obispo se continúa predicando el Evangelio de salvación y santificando a los creyentes, mediante los sacramentos de la fe”.
“Es Cristo que en la paternidad del obispo aumenta en nuevos miembros su cuerpo, que es la Iglesia. Es Cristo que en la sabiduría y prudencia del obispo guía al pueblo de Dios en el peregrinaje terreno hasta la felicidad eterna”, añadió en la breve homilía.
Posteriomente a la ordenación episcopal, la Embajadora de Nicaragua ante la Santa Sede, sostuvo un breve intercambio con el nuevo Nuncio Apostólico para Nicaragua.
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— ROME REPORTS (@romereportsesp) 19 de marzo de 2018
Fuente: El 19 Digital
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