MANAGUA -NICARAGUA / En una reciente intervención en el programa Es Mí Día de Canal 4, la doctora Keyla Largaespada abordó un tema de gran relevancia social: la paternidad y maternidad responsable después del divorcio.
Este asunto es crucial, especialmente por el impacto que tiene en los niños, quienes enfrentan una transición compleja tras la separación de sus padres. La doctora Largaespada destacó que “el hijo vive ese abandono, con un estigma que le afectará hasta llegar a ser adulto”.
En Nicaragua, el marco legal establecido por la Ley 870 y el Código de la Niñez y la Adolescencia garantiza los derechos, deberes y garantías de los menores, enfatizando que la responsabilidad de los padres no se limita al aspecto económico.
La protección, salud y educación de los hijos son obligaciones fundamentales que ambos progenitores deben cumplir. “El padre es responsable de proteger a los hijos para que puedan desarrollarse adecuadamente”, explicó la especialista.
DERECHOS Y OBLIGACIONES IRRENUNCIABLES
Los derechos y obligaciones de los padres no pueden ser negados ni renunciables. La Ley 870 establece porcentajes específicos para la manutención de los hijos: 25% para un hijo, 35% para dos y hasta 50% para tres o más.
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Si el padre incumple con esta obligación, la madre puede interponer una demanda. Una vez emitida una sentencia judicial, existen 2 vías para hacerla cumplir: la vía ejecutiva en el tribunal de familia o la vía penal, regulada por la Ley 641, que contempla penas de hasta dos años de cárcel por incumplimiento de la obligación alimentaria.
En casos de niños no reconocidos legalmente, es posible iniciar una demanda de investigación de paternidad para establecer las responsabilidades correspondientes.
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Más allá del aspecto legal, la doctora Largaespada hizo hincapié en el impacto emocional que el divorcio tiene en los niños. “No debemos olvidar la parte emocional en las primeras etapas de desarrollo de los niños. No solo se trata de lo material”, señaló.
La ley también establece un régimen de comunicación y visitas, el cual es determinado por un juez durante el proceso de divorcio. Sin embargo, el cumplimiento de este régimen depende de la voluntad de los padres para mantener una presencia activa en la crianza de sus hijos.
Esta entrada fue modificada por última vez el 4 de marzo de 2025 a las 2:49 PM
