Durante una entrevistada realizada por Alex Anfruns para Investigation Belgica, al Ministro nicaragüense de Políticas Nacionales, Paul Oquist, se abordó a profundidad la situación actual del país, la cual tiene como objetivo un golpe de estado violento, que trata de derrocar al gobierno de forma violenta.
Además, refirió que desde hace mucho tiempo algunos actores han estado esperando la oportunidad de alzarse y paralizar el gobierno con el intento de llevar a cabo un golpe de estado.
“Hace tiempo que estaban intentando la manera de llevar a cabo un golpe, pero no la encontraban. Entonces se creó un movimiento de protesta contra el proyecto del Canal interoceánico. Provenía del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), que es una escisión del FSLN. Ahora es el grupo más violento. Fueron ellos quienes empezaron a azuzar a los campesinos afectados por el canal”, destacó.
“Y eso, a pesar de que los campesinos iban a ser ampliamente beneficiados. Pero ya sabemos que en todo proyecto de infraestructura hay una incertidumbre. Los campesinos estaban inseguros, se pusieron nerviosos y empezaron a movilizarse. Iban a estar mucho mejor, pero eso no podemos solo decirlo, sino que hay que hacerlo. Para ello es necesario el Canal”, añadió.
Oquist hizo una breve reseña de los múltiples intentos desestabilizadores promovidos por los golpistas en el país, entre ellos el incendio de la Reserva Indio Maíz, aduciendo la tardanza del Gobierno en neutralizar la situación en la que no existía tal culpabilidad gubernamental alguna.
“Qué culpa tiene el gobierno con un incendio forestal. Se empeñaron en que el gobierno había sido despacio en reaccionar y no había aceptado la ayuda de Costa Rica. Pero los contingentes mandaron camiones de bomberos a la frontera. La reserva de Indio Maíz, donde se produjo el incendio, estaba a tres o cuatro días de distancia para llegar hasta allí”, dijo.
“El gobierno no tenía los aviones con el material para apagar los incendios y tenía que hacer gestiones para que otros países le ayudasen con sus aviones para apagar el fuego. Pero bajo ese pretexto, en Managua ya se estaban haciendo manifestaciones anti-gobierno”, expresó.
Otro de los aspectos utilizados por los golpistas para llevar a cabo su plan macabro, fue la reforma a la Ley de Seguridad Social, con la que se pretendía crear una mayor estabilidad a la seguridad social y por ende a los pensionados y jubilados.
“Después, llegó el tema de la Seguridad Social. Nosotros hemos trabajado con un modelo de consenso entre el gobierno, los empresarios y los sindicatos, para tratar los temas del salario mínimo, fiscales y la seguridad social. La cosa se empezó a resquebrajar cuando el sector privado no aceptó el alza de los salarios mínimos. Hay que saber que con este gobierno se han subido un 40%. Luego está la cobertura de la Seguridad Social, que en Nicaragua incluye los medicamentos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) nos había dicho desde hace tiempo que habría que reformarlo o eso nos llevaría a la bancarrota”, subrayó.
El inicio de la refriega social
Oquist planteó cómo los golpistas desde un inicio al intento de golpe de estado se han valido de las mentiras y la manipulación hacia el pueblo, sobre todo tras el planteamiento del Gobierno ante las reformas a la ley de Seguridad Social lo cual produjo estallidos de violencia, mismos que forman parte de la guerra psicológica a la que ha estado sometido el pueblo nicaragüense en los últimos meses, lo cual ha provocado muchas afectaciones en la economía, la seguridad ciudadana y la tranquilidad del pueblo.
“Desde el primer día se compraron las mentiras de la guerra psicológica tratando de conducir hasta un golpe de estado. Porque se propago la noticia falsa de que había un estudiante muerto en aquella concentración. Pero no había tal estudiante muerto. Con esa falsa noticia, ellos quisieron atraerse los estudiantes, y lo lograron” remarcó.
“El segundo día hubo enfrentamientos en la Universidad Politécnica (UPOLI), lo que resultó en un policía y dos manifestantes muertos. Y ahí cogió fuerza la cosa. Entonces el presidente Ortega rescindió la reforma del seguro social. Pero eso no tuvo ningún efecto, porque el objetivo para muchos sectores de derecha no era negociar la reforma, sino el golpe de estado. De modo que se propagó ese movimiento a otras ciudades, con una gran capacidad de premeditación y organización, para demandar la renuncia del presidente y vicepresidente”, manifestó.
El Golpe Suave implementado en países socialistas
El funcionario durante su comparecencia destacó que Nicaragua al igual que otros países con gobiernos socialistas, está siendo víctima de la estrategia golpista conocida como “Golpe Suave”, misma que fue creada en los Estados Unidos desde la CIA.
“La respuesta está en los manuales de la CIA. Ahí se explica cómo desestabilizar y derrocar a gobiernos. La teoría fue elaborada por Gene Sharp, del Albert Einstein Institution de Boston, Massachussets en Estados Unidos. Ya se han aplicado dos veces en Ucrania, en Georgia, Kirguistan…También se intentó aplicar en Venezuela, pero fracasó. Consiste en tomar un movimiento no violento y utilizarlo para derrocar gobiernos. Pero realmente este no es un movimiento pacífico, sino muy violento. Ha generado atrocidades que nunca antes se habían visto en Nicaragua”, aseveró.
“Esto se inscribe en un reflujo de la izquierda en América Latina. En varias ocasiones la mano del imperialismo se alzó contra los gobiernos de izquierda: el golpe contra Mel Zelaya en Honduras; el golpe contra Lugo en Paraguay; se está enjuiciando a la ex presidenta Cristina Kirchner para destruir el peronismo que es fuerte en Argentina; se ha derrocado a Dilma Roussef con un pretexto verdaderamente ridículo, un procedimiento presupuestario; también se ha aprisionado al ex presidente Lula para intentar destruir el Partido de los Trabajadores (PT). En Bolivia trataron de asesinar a Evo Morales y un grupo de sicarios europeos llego para intentar dividir el país, introduciendo el racismo”, reseñó.
La parcialidad de los organismos internacionales
El compañero Paul Oquist se refirió a la actitud que han tomado los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIHD) quienes en sus informes han mostrado sus claras intenciones de perjudicar al Gobierno de Nicaragua.
“Es un informe muy parcializado que solo pretende perjudicar al gobierno. A pesar de ello, el gobierno ha invitado a los forenses del CIDH a que acompañe la Comisión de Verdad, Paz y Justicia de la Asamblea Nacional de Nicaragua con los fiscales nicaragüenses para esclarecer caso por caso, y determinar si hay causas judiciales que deben derivar de ello. Que se vaya a las cortes y se haga justicia – caiga quien caiga. Es la única manera para que descansen los muertos” manifestó.
“El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha llegado a decir tan alegremente que la mayoría de los muertos habían sido provocados por las fuerzas gubernamentales. Pero ¿en qué se basa? Se basa en los comunicados de ese movimiento que quiere llevar a cabo una guerra psicológica. Se basa en la mentira para culpar de todo al gobierno y sembrar el terror entre la población”, añadió.
Así mismo, Oquist se refirió a las medidas que el Gobierno de Estados Unidos ha pretendido implementar en contra del gobierno, mismas que no han tenido eco ni en la sociedad nicaragüense ni en los funcionarios de estado.
“La Nica Act ha pasado en la Cámara de Representantes, pero no ha sido aprobada por el Senado, así que no tiene efectos todavía. Ha sido patrocinada por grupos de cubano-norteamericanos en Texas. También se debe a la representante Ros-Lehtinen en Miami, al senador Marco Rubio, el senador Menéndez de Nueva Jersey. Son todos cubano-norteamericanos que defienden la posición “cambio de régimen” en Nicaragua”. Refirió.
En cuanto a la absurda idea de los desestabilizadores de mostrar la gestión del Gobierno Sandinista a nivel internacional como un modelo de inestabilidad, Oquist expresó que la oligarquía nicaragüense es la que ha estado detrás de esa campaña sucia y de desprestigio.
“El primer día en el gobierno el presidente Ortega anunció salud universal y gratuita, en el segundo país más pobre de América Latina. Eso reemplazó la salud con recuperación de costos que había durante los gobiernos liberales. En cuanto a la educación, también se hizo gratuito. También ha habido otros programas redistributivos, como “Hambre Cero”, con el que 200.000 mujeres y campesinos pobres recibieron frijoles, fertilizantes, materiales”, manifestó.
“La pobreza extrema, como está definida por el consumo de las familias que no tienen suficiente para mantener la salud humana, paso del 16% en 2005 al 14% en 2009. Luego al 8% en 2014, y finalmente al 6 % el año pasado. Todo eso sumado a que Nicaragua es el país más seguro de Centroamérica, que podía mantener a raya y dejar afuera las maras, que están agrediendo a los vecinos de El Salvador, Honduras y Guatemala”, expresó.
Grandes retos para los nicaragüenses
Al finalizar el encuentro, Oquist destacó que, tras la situación vivida en Nicaragua, son muchos los retos a cumplir por parte del Gobierno y la población, mismos que contemplan la recuperación de la imagen país, así como el restablecimiento de la seguridad ciudadana y el empuje económico.
“La economía se ha desplomado, y el turismo no va a volver por mucho tiempo. Nos demoró casi 10 años que la gente se recuperase del miedo de viajar a Nicaragua, por la reputación de país violento que se generó en los años 1980. Los inversionistas ahora están muy firmes diciendo que se van a quedar. Después habrá que mejorar la situación del desempleo pues esta no conviene a nadie, ni siquiera a Estados Unidos” dijo.
“Nicaragua ha sido un país de migración. Entre octubre 2015 y julio de 2016 llegaron 15 mil niños no acompañados a la frontera norteamericana. Venían de Honduras pasando por Guatemala para intentar ganarse la vida, mientras que de Nicaragua solo fueron 186”, subrayó.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2022 a las 4:23 PM