Por, Stanlin Vladímir.
Al mediodía de ayer lunes, miraba con mucha atención la participación de la Compañera Rosario y el Comandante Daniel en lo que fue la importante XI Cumbre extraordinaria de Jefes de Estado del ALBA-TPC.
El Comandante Ortega, aparte de decirle sus verdades al arrastrado de Lula Da Silva, hoy entregado en cuerpo, barba y alma a las garras del águila imperial, también se refirió al Presidente Gustavo Petro y lo cito textualmente:
«A Petro, ¿qué le puedo decir a Petro?, pobre Petro, pobre Petro, ya a Petro lo veo compitiendo con Lula a ver quién va a ser el líder que va a representar a los yanquis en América Latina. Así lo veo a Petro, porque el pobre Petro no tiene la fuerza que tiene lógicamente Brasil».
Eso me inspiró a realizar en esta edición de Stalin Magazine lo que ha sido la fracasada gestión de gobierno de un Petro que ha sufrido una metamorfosis política e ideológica.
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¿Comenzamos? ¡Comencemos, pues!
En el mes de julio, el Presidente de Colombia viajó a Panamá para la asunción del nuevo presidente. Allí se grabó un video en el que se ve a una persona que parece ser él, tomado de la mano con una mujer transexual conocida en Colombia y que no es su esposa.
Finalmente, el mandatario declaró sobre su propia condición y elección de vida: «Yo soy heterosexual, pero jamás escucharán o leerán de mí una palabra transfóbica. Porque no solo dejaría de ser hombre, sino humano».
Pero en ningún momento desmiente si se trataba de él acompañando al trans Linda Yepes. Y por lo que dice sobre la «transfobia», deja muy en claro que sabe perfectamente quién es la mujer de la fotografía. ¿Y el hombre, era él?
El jefe de Estado inició el pasado 7 de agosto su segundo año al mando de Colombia con un ambiente de crisis en la Casa de Nariño, ya que además tuvo dos tropiezos políticos claves: perdió el control de la Mesa Directiva del Senado y el Pacto Histórico dejó entrever fisuras y desorden de cara a las elecciones, lo que podría hacerle perder margen de maniobra para impulsar sus reformas.
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El Opinómetro realizado por la firma Datexco evidenció que solo el 31% de los 700 colombianos encuestados, vía telefónica, aprueba la gestión de Petro y 58% la desaprueba.
Pero no solo eso, ya que anteriormente recordemos que la Fiscalía General de la Nación capturó en una lujosa vivienda ubicada al norte de Barranquilla al primogénito del jefe de Estado por los presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Además de Petro Burgos, fue capturado su exesposa, Daysuris Vásquez, señalada de lavado de activos y violación de datos personales. La detención de ambos se dio después de que Vásquez acusó al hijo del mandatario de recibir millonarias sumas de dinero irregular para la campaña presidencial de Petro en 2022.
Pero si miramos al pasado reciente, podemos sumar otro golpe a Petro, ya que menos de dos semanas atrás la Fiscalía le abrió una indagación a su ministra de Minas, Irene Vélez, quien salió del cargo por convencer a un funcionario de Migración de permitir la salida del país de su hijo menor de edad, en enero, sin cumplir los requisitos legales.
En su gestión le ha llovido sobre mojado a Petro, pues sufrió una dura derrota en el Congreso cuando perdió la Presidencia del Senado. Sin duda fue un fracaso porque el Gobierno esperaba que Angélica Lozano fuera elegida, pero esa elección la ganó Iván Name, quien tiene marcadas diferencias con Petro.
Eso no es todo. En su momento, Gustavo Petro regañó a la bancada del Pacto Histórico y le dijo a su gabinete ministerial en pleno que todos los días su rendimiento sería evaluado, con lo que estaría anticipando posibles cambios.
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Y aunque estos casos no son las únicas polémicas que han empañado al Gobierno de Petro, sí dejan una sensación de crisis en el entorno del mandatario, pues se trata de una cadena de escenarios adversos que Petro tendrá que sortear para poner en marcha sus reformas sociales y no ceder terreno en las elecciones regionales.
Y es que no se puede olvidar cómo le fue en su primer año de Gobierno a Gustavo Petro, que lo marcaron diversas polémicas que estallaron en la Casa de Nariño. El caso que más ruido ha hecho para el mandatario es el de Laura Sarabia y Armando Benedetti, quienes dejaron sus cargos en el Gobierno después de que la Fiscalía les abrió investigación por el presunto ingreso de dineros ilegales a la campaña presidencial de Petro.
Además, el mandatario había protagonizado otros hechos polémicos, como el día que afirmó que era el jefe del entonces Fiscal Francisco Barbosa.
A Gustavo Petro lo conocen en Colombia como el Presidente viajero, pues no había concluido su primer año de gestión cuando ya tenía 21 viajes internacionales que se efectuaron en tan solo 11 meses de su primer año y que le costaron al país 5.600 millones de pesos.
Yo creo que don Gustavo Petro debe dejar de arrastrarse al imperio norteamericano, reconocer la victoria del compañero Maduro, además de poner orden en su casa porque hay basura debajo de los sillones de la sala y hasta en la almohada de su propia cama.
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de agosto de 2024 a las 12:04 PM