En los departamentos fronterizos de Colombia, donde hay mayor impacto de la guerra, ganó el Sí al acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las FARC-EP.
49,76 por ciento de los colombianos votó Sí y 50,23 por ciento votó No en el plebiscito de refrendación del acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC–EP), tras más de cuatro años de negociaciones.
Se registró una participación de 37 por ciento y 63 por ciento de abstención. En los estados fronterizos, donde hay mayor impacto del conflicto armado de más de 52 años, ganó la opción del Sí.
El Gobierno no tenía la obligación de someter a votación el acuerdo, pues legalmente podía firmarlos e implementarlos, pero decidió realizar la consulta para darles legitimidad política ante un sociedad dividida entre diferentes conceptos de paz y la guerra.
Se espera la reacción del Gobierno sobre el resultado del plebiscito, sin embargo, previamente surgieron varias hipótesis según sus declaraciones:
¿Nueva negociación?
Para Santos renegociar el acuerdo no es viable políticamente y es una opción ha descartado. “No, no se equivoquen. No es que vamos a volver a la mesa de negociación, volvemos a la guerra. Esa es la verdad”, declaró Santos.
Santos ha dejado saber que al día siguiente de ese resultado activaría los protocolos para el desmonte del proceso y para el retorno de la guerrilla al monte, lo cual implica el regreso a la guerra.
No obstante, se espera el anuncio definitivo de los próximos pasos en búsqueda de la paz, que obtuvo 49.76 por ciento de los votos en el plebiscito. Analistas han coincidido en que la opción más viable es la renegociación.
El jefe negociador por el Gobierno, Humberto de la Calle, precisó que «si la elección del 2 de octubre no es favorable, no hay espacios para renegociar nada, lo que tenemos es lo que se obtuvo».
Mientras que la Corte Constitucional dice que un voto negativo “inhibirá la implementación del Acuerdo Final”. No obstante, a renglón seguido aclara que esa inhibición no cubre sino el acuerdo derrotado en las urnas, pero el presidente mantiene las facultades que otorga la Constitución como responsable directo del manejo del orden público.
El «No» al acuerdo frenaría la concentración de efectivos de las FARC-EP, que no accederían a concentrarse ni a dejar las armas, lo cual podría reactivar el conflicto después del cese al fuego bilateral y definitivo.
Esta entrada fue modificada por última vez el 2 de octubre de 2016 a las 5:49 PM