Habitantes del barrio Monseñor Lezcano y sectores aledaños, se levantaron desde muy tempranas horas de esta mañana para ser partícipes de la procesión que año con año realizan junto a la imagen de la Virgen María, actividad que forma parte del novenario en honor a la Conchita.
Son muchas las familias que en un ambiente de mucha alegría celebran a la madre de Dios, en medio de los canticos, cohetes pero sobre todo la fe y la devoción, sentimientos que se ven reflejados durante los trece días en los que se lleva a cabo la particular celebración. Luego de recorrer alrededor de diez calles, la imagen descansa en una de las viviendas del sector durante el día para luego reiniciar su recorrido a la madrugada siguiente.
“Son muchos los años que tengo de participar en la procesión de la virgen, es un fervor cristiano que nos motiva a estar junto a la virgen, los habitantes del barrio Monseñor Lezcano somos muy creyentes y la particularidad de nuestra celebración es único en Managua. Toda la familia venimos con mucho gozo y fervor a celebrar a la madre santísima” dijo Georgina Cuadra.
“Realmente nuestro barrio se llena de festejo y colorido todos los años con la celebración a la virgen, acá participamos adultos, jóvenes y niños a quienes les estamos enseñando los caminos del cristianismo. Son ellos quienes van a seguir con la tradición de nuestro barrio, nuestra devoción es grande y nos llena de gozo ver a la juventud volcada a la fe” expresó Carolina Reyes.
La virgen María es considerada como la gran intercesora entre Dios y los hombres, por tal razón, el pueblo recurre a ella para pedirle milagros y bendiciones para sus familias y las naciones, en este sentido, los pobladores de este sector oran para que la paz reine en el corazón de cada nicaragüense.
“Son trece días los que dedicamos a la virgen en el barrio Monseñor Lezcano, un sector muy mariano que demuestra su fervor y que siempre está pidiéndole a la virgen por el bienestar de cada uno de los pueblos. Todos debemos de orar por la paz ya que el mundo está viviendo muchas guerras y violencia familiar, es deber nuestro pedirle a nuestra madre por el bienestar de cada uno de nosotros” finalizó el padre Sebastián Zeledón, párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús.
Esta entrada fue modificada por última vez el 30 de noviembre de 2015 a las 9:46 AM