“Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos y externos de cualquier otro”. (DECLARACIÓN SOBRE PRINCIPIOS DE DERECHO INTERNACIONAL…)
I
La inútil contienda fratricida
que ajocha
la multimillonaria nomenklatura
del odio organizado en pleno
–la casta “patriótica”, maestra de la impostura
(es un deber decirlo), oportunistas de veneno
en pecho,
teólogos del Bajísimo
al acecho
que alborotan la concordia noche y día
y resto de gazmoños
de derrumbada soberanía–
si acaso pudiera retornar,
sus cuentas bancarias avituallaría,
pero el alma por ningún caído va a regresar.
¿Quién le hará caso a los patrañeros?
Ellos irán al frente,
¡claro que sí!, pero…
de sus trincheras cinco estrellas
allá en el extranjero,
a tomar, tan campantes,
osados riesgos en las rocas,
el humeante café por los anónimos velorios distantes
o Coca-Cola
para ver de lejos –sicofantes
con dormida adentro de injerencias
y agresiones flagrantes–,
cómo-va-la-cosa.
¿Quién está dispuesto
a descender al silencio del sepulcro
antes de tiempo,
en vez de los anti-15 de Septiembre
desovados
por su nueva Madre Plata?
¿O terminar mutilado
por la falta de escrúpulos
de los agentes ídem,
que únicamente “exponen”
su pellejo virtual
en foro-falacias,
redes sociales de manipulación,
formatos de inquina digital y papel,
fakes news,
teletoxinas tendenciosas,
desinformativos on line
y resto de plata-formas prebélicas
2.0 de los artífices
de la Guerra Mefistofélica?
He ahí la mega financiada posverdad,
que en el bajo mundo
de la exportación de ideales postizos,
lleva el rimbombante cartel
de “fortalecimiento democrático”.
(El paquete incluye monturas
narrativas con el fin de inventar
malvadas “dictaduras”
y un “Modelo para Desarmar
una Patria Completa”).
Ese es el cartel
con que se prefabrican, a control remoto,
“estallidos sociales” a la medida
de intereses foráneos
que, abusando del cinismo,
del fraude y del mismísimo siglo XXI,
intentan apartar al pueblo insumiso
de carne, hueso y patriotismo,
por “el pueblo unísono”
(Marca ACME)
de los monótonos “ismos”
litúrgicos del monolitismo.
Es el viejo neocolonialismo
que no acepta el presente sin su ayer:
el elitario solio y el solitario cimborrio
de las desgracias del poder
solariego, que un solo coro
una vez fueron
sin algún decoro.
¿Quién se sacrificará
por los que lucran (“luchan”, dicen ellos)
en los periplos intercontinentales,
con todos los caprichos pagados, amén…
de sus arsenales financieros estables,
y resto de verde-que-te-quiero-verde
derivados de su obra miserable?
Por lo tanto, no solamente la intervención armada sino también cualesquiera otras formas de injerencia o amenaza atentatoria a la personalidad del Estado, o de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen, son violaciones del Derecho Internacional”. (REFERENTES…)
II
Cardinal.
El voto bien contado
no hiere a nadie.
El voto evita lisiados.
El voto no mata…
El voto tampoco deja huérfanos, ni viudas,
ni madres, ni padres
que entierren a sus hijos…
El voto desarma
la inquina,
la discordia,
y la infamia
del cártel de soberanifóbicos
que sin amor al pendón Azul, Blanco y Azul,
y sin pensar en los demás,
fermentan la guerra
con los ayes de encarnizados ayeres
para sonar de nuevo
el pretérito Taps de la final corneta.
El voto convierte los campos
(y ciudades en llamas)
de las atroces batallas en urnas,
las armas en boletas,
el plomo en pluma
y el rugido del cañón en diálogo cívico.
Porque el voto…
no necesita una sola gota más
de sangre nicaragüense.
El voto es la hazaña
de la razón,
del otro y del nosotros, frente a la saña
de la mala calaña
de saldar, con la traición a la patria,
sus resentimientos
filosos y enfundados
de mistificadas causas sin sentimientos;
y la fúnebre furia
de los funestos egos sumidos
en los suampos de su propia amargura,
ahí, donde quieren sepultar a la República amada
bajo la espuria blancura
de las biografías pintarrajeadas
de querubes criaturas.
“Ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de cualquier otra índole para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él ventajas de cualquier orden”. (A LAS RELACIONES DE AMISTAD Y COOPERACIÓN ENTRE LOS ESTADOS…)
III
Hoy
es el tiempo de la siembra
–en la era del mañana–
del voto que es paz y es trigo,
y no la hora de los devotos de la cizaña
que siembran los falsarios testigos
y los báculos sin piedad
de los que denunció el Apóstol Pablo:
“Algunos, a la verdad,
predican a Cristo
por envidia y contienda…”.
El voto es palabra enarbolada
de compromiso con el amanecer;
la clara palabra que labra el alba alejada
del ocaso que desean imponer
inhumanos “ángeles de luz”,
quienes empuñando creencias
a conveniencia
y sin reconcomios,
malefician la realidad
peor que la industria del falso testimonio,
la distorsión y la perversidad.
Es el voto alzado de tu voz,
en vez de la bajeza de algunos desérticos
que aún se creen “presidenciables” por mandato de Dios,
solo por el decimonónico “mérito”
de nacer en cunas de encajes,
con derecho a disolver el Estado-Nación
y degradar a los ciudadanos en pajes.
Es, pues, el voto sincero
del probado demócrata
por encima del hipócrita y artero
oligócrata
que deja al ladrido de su dinero
y a su venero
de intrigas y ruines conjeturas,
(porque este espécimen no habla)
darle nombre a su irremediable calentura
por el poder:
“Las demandas urgentes
del pueblo de Nicaragua”.
Y no sabe, siquiera, el sentir de la gente
en los barrios de Managua,
ni donde quedan las comiderías
del Mercado Oriental; desestima
a sus empleados con el ascenso de fantasía
social de ser “colaboradores”
y hasta “asociados”,
y corre de sus labores,
con humillante lenguaje escatológico,
a su conductor que siendo pobre y siendo pueblo,
cometió el delito de mediodía
de dejar la camionetona del “hombre”
olorosa a chancho frito y tortilla.
“El uso de la fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional constituye una violación de sus derechos inalienables y del principio de no intervención”. (RESOLUCIÓN 2625 XXV…)
IV
El voto es tu “sacrílego” NO adorarás
a la veneradísima imagen
del Sancta Sanctorum de la doctrina Monroe:
Mammon Street, que al margen
del honor,
la Democracia y la decencia,
algunos fieles arrodillados mantiene
en la Calle Atravesada de la Historia,
zaguanes de medio pelo,
callejones sin salida digna
y servidumbres de paso a las tropelías extranjeras
por los “milagros” recibidos:
la incuria como política de Estado,
presidencias sin excelencias,
diputaciones lamentables, ministerios vituperables.
Además, negocios tan redondos
que incluyeron al general más cuadrado
del tablero de mando de los 80
(pero “Marxista” en Retiro Suntuoso),
concesiones de balde, tour-embajadas,
fundaciones sin fundamentos morales,
expoliaciones sin explicaciones,
fábricas de insidias y distorsiones
con la asombrosa “objetividad periodística”
de los mercaderes de la desinformación;
editoriales copyright de la “verdad”,
think-tank y “analistas” con el “don incuestionable”
de la “infalibilidad pontificia”,
y el saqueo del Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua,
entre tanta piñata de bienes públicos…
Y eso sin contar la “cura milagrosa”
que el dólar proporciona al “dolor” infligido,
por la “enfermedad infantil”
del ultraizquierdismo,
a los “pobres muchachos descarriados”
de la alcurnia
y sus serviles sin pedigrí
–devenidos hoy en “inmaculados” oenegeros–,
que tanta calamidad acarrearon
a la sociedad por entero,
ora en la dirección de la Economía,
ora en su misión de intocables cancerberos
ideológicos de la “pureza”
revolucionaria del ochentero
“hombre nuevo”.
“Todos los Estados deberán también abstenerse de organizar, apoyar, fomentar, financiar, instigar o tolerar actividades armadas, subversivas o terroristas encaminadas a cambiar por violencia el régimen de otro Estado y de intervenir en las luchas interiores de otro Estado”. (DE CONFORMIDAD CON LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS…)
V
Sí,
el voto es tu Veto,
tu democrático y civilizado YO-PROHÍBO
al vasallaje de la patria
por las salvajes metrodictaduras globales.
Es tu Veto
al retrógrado monólogo interior de “democracia”,
y a la libertad-de-código-de-barras
de los regímenes arqueológicos
que, en el siglo XXI,
aún envían sus expediciones de conquista y reconquista
con la bandera de sus medievales cruzadas,
barnizadas ahora de “elecciones creíbles”,
“Estado de Derecho” (por no decir
Estado de Derecha)…,
para asegurar la perpetuidad
de sus Virreyes, Virreinatos, Gobernadores
y, en especial,
las Capitanías Generales
de su sintética sociedad-civil dedicada a reducir
naciones “desobedientes” en oenegelandias,
fletado todo en las carabelas
del vetusto orden mundial
de rapiñas y gabelas.
Es tu Veto
al asesinato de la reputación
de los “irresponsables” que rechazan mercadear
la soberanía de sus Repúblicas de Oro,
por la gloria desdichada de los espejitos
del “reconocimiento”
con que las autoritarias “democracias”
recompensan a sus incondicionales,
empeñados en mantener el statu-quo
de Patio Trasero.
“Todo Estado tiene el derecho inalienable a elegir su sistema político, económico, social y cultural, sin injerencia en ninguna forma por parte de ningún otro Estado”. (DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS).
VI
El voto es el ¡Salve a ti! vital
de tu presencia decente
en el derrotero de la prosperidad:
crear inéditas sendas,
resultados y cambios del presente.
Es el albor de Nicaragua
sin el ninguneo,
el racismo
y la eficiente mediocridad
de la ofídica élite fatídica en multiplicar
no los panes ni los planes del bienestar común,
sino su legado estructural:
la desolación
y el inveterado tercermundismo
que terminaron de apalancar con violencia
en 2018, al cumplir dócilmente
su abominable papel
de agentes de la muerte, la destrucción
y el colapso económico,
con la complacencia de decadencias
adyacentes, entregadas también
a la perniciosa tarea
de demoler la República…
Es, pues, tu voto,
el sideral ¡No!
a la hegemónica cultura tóxica
de ver un paisito
y no una Patria Grande;
una arruinada “nicaragüita”,
arrimada
a la música de Tchaikovsky,
en vez de la original NICARAGUA
de Tino López Guerra.
Los Estados tienen el deber de cooperar entre sí, independientemente de las diferencias en sus sistemas políticos, económicos y sociales, en las diversas esferas de las relaciones internacionales, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales y de promover la estabilidad y el progreso de la economía mundial, el bienestar general de las naciones y la cooperación internacional libre de toda discriminación basada en esas diferencias (24 DE OCTUBRE DE 1970).
VII
El voto es tu decisión
de asegurar la más memorable entonación
coral de los Estados del planeta
con partituras de cooperación
y solidaridad,
y no partes de guerras, bloqueos y ultimátums;
conciertos de progreso
y armonía entre los pueblos,
y no el insalubre sometimiento al retroceso
de las dizque impolutas
batutas pero del ruido y del chirrido,
de los remedos,
los ecos
y los embelecos.
Nicaragua
del Caribe diáfano, inmenso y rotundo
de los oriundos acordes,
donde cada día del Génesis
sigue bien puesto,
y la Creación confirma
los incesantes versículos del origen de todo,
en la perdurable belleza
de Little Corn Island.
Nicaragua de Rubén, Joaquín Pasos,
Ana Ilce y Leonel Rugama,
de versos y hechos
de bienaventuranzas y proclamas
de bendición al mundo,
anunciados en las diversas formas
de nuestras majestuosas cordilleras:
las inconmensurables dimensiones
de la libertad Isabelia,
los espacios de luz Dipilto-Jalapa,
el regio esplendor Dariense,
el estado más terrenal de la abierta expansión
de los cielos Maribios,
extendido desde el verde balcón
del Cosigüina;
Nicaragua, la de los inabarcables tesoros lacustres
del Cocibolca y el Xolotlán
que nos permite columbrar el Paraíso
en Ometepe,
y el jubiloso cántico fluvial de Río San Juan.
Y ahí donde el infinito Azul…
también es Amerrisque, Kilambé y Pancasán.
Tierra de alumbradas maravillas
para nada comparadas
con las desentonadas dependencias
de los que no soportan que tu nación sea una Alabanza
Bicentenaria a Dios que te la dio
con la música originaria de la Independencia,
ni perdonan la virtuosa interpretación
autóctona del canto libre
de la Democracia,
porque se juzgan, con sus querencias
y ojerizas (que ensalzan o arremeten
gobiernos) el Preámbulo de la Biblia.
Nicaragua
con la proa a favor
de los vientos del pueblo,
surca las aguas con su legítima brújula,
como nunca antes, hacia un horizonte superior
de bendiciones, desde su primera bandera izada
el 21 de agosto de 1823.
El voto
sella las “Páginas Fatales de la Historia”
y abre las compuertas
del Porvenir…
Nicaragua
hacia dentro, y en rutas de entendimiento
con los Estados Unidos
y el mapamundi completo,
como creció Sandino y testimonió José Román:
“Sin odios ni rencores,
si no muy al contrario,
henchido de amor al prójimo”.
Nicaragua…
Centro bendito de Las Américas.
Escrito está.
Jesucristo es el Señor. Es la Vida,
Aliento y Adviento de nuestra Paz.
Edwin Sánchez
Licenciado en Comunicación Social, egresado de la UNAN-León con especialización en Comunicación Digital Estratégica.