Los habitantes de la Mina El Limón, en el municipio de Malpaisillo, departamento de León, están retomando sus actividades cotidianas, luego que la Policía Nacional restableció el orden y la tranquilidad en esa zona, donde las familias eran asediadas por un grupo de personas que ocasionaron hechos vandálicos.
Los pobladores que se mantenían encerrados en sus viviendas por temor a ser lesionados durante las manifestaciones vandálicas, ahora pueden salir con tranquilidad de sus casas para abastecerse de productos alimenticios o para el hogar.
En los barrios de la comunidad están abiertas las pulperías, tortillerías, las tradicionales fritangas y farmacia, que están trabajando con normalidad atendiendo a la clientela regular.
En horas de la tarde de este sábado y luego de una copiosa y refrescante lluvia, las familias disfrutaron de una tarde tranquila, sentadas en los portales o porches de sus viviendas, compartiendo con los niños y vecinos.
El Pastor Francisco Molina, de la Iglesia Apostólica La Fe en Cristo Jesús, indicó que en las últimas horas se ha visto un cambio positivo en el ambiente de la comunidad.
«Ya podemos sentirnos más tranquilos, ya las vías están despejadas, entonces está mejor… las ventas siempre han estado abiertas, pero ahora pueden entrar los vehículos que abastecen las pulperías», comentó.
El líder religioso aprovechó para hacer un llamado a los pobladores de El Limón para que la violencia no sea un camino para resolver los problemas.
«No queremos vivir en violencia, este ha sido un pueblo sano y hasta hoy se ve esta situación de estos enfrentamientos… no estamos acostumbrados a eso, nos sentimos raros con esta situación», expresó.
Molina dijo que como pueblo El Limón quiere vivir en Paz y tranquilidad, sin la zozobra que generan las acciones vandálicas.
«Hubo una huelga que duró 9 días, pero 9 días después se puso más tenso, las calles se pusieron trancadas… pero yo creo que (cualquier problema) se puede resolver de la manera más civilizada», comentó.
«No está bien la violencia, no estamos de acuerdo con la violencia, porque hay canales civilizados que pueden arreglar esta situación. Entonces el llamado como pastor es a buscar esos medios, que no nos lleven a la violencia, sino a través del diálogo», valoró el Pastor Molina.
En la comunidad El Limón los servicios básicos como energía y agua potable se mantienen permanentes, de manera que las familias durante la noche puedan continuar con su vida normal, ver televisión, escuchar música o desarrollar sus quehaceres.
Luz Marina Herrera Mendoza, propietaria de la Distribuidora el Limón, dijo que todo está volviendo a la normalidad, por lo cual los negocios están abriendo paulatinamente.
Marina señaló que la violencia no es buena y el pueblo lo que quiere es que se mantenga la paz y tranquilidad como la que están viviendo en estos momentos.
Comentó que en los días que la violencia se apoderó de la comunidad era imposible asistir a la iglesia o a los cultos, pero ahora podrán ir a sus actividades religiosas con mayor seguridad.
En horas de la noche de este sábado, brigadistas de salud del Centro de Salud local, visitaron algunos barrios y comunidades cercanas para brindar atención en salud a las personas o familias que lo requirieran.
Esta entrada fue modificada por última vez el 17 de octubre de 2015 a las 10:00 PM