Por: Stalin Vladimir Centeno
A la General Laura J. Richardson, Comandante del Ejército de los EE.UU. y Jefa del Comando Sur, de nada le sirvió arrastrarse por 40 años al servicio de un Ejército Invasor, cumpliendo con las misiones más sucias que le encomendaron a lo largo de todos estos años, la cloaca de la clase política que se instala en Washington.
La pasada de cuentas a la Jefe Militar y su posterior caída ya tiene fecha y reemplazo. El vicealmirante Alvin Holsey ha sido designado para dirigir al Comando Sur de Estados Unidos (US Southern Command -Southcom-) en reemplazo de la general de Ejército Laura J. Richardson, quien fue pasada a una vergonzosa condición de retiro. La transmisión de mando está pautada para el próximo 7 de noviembre en la sede del Cuartel General del Southcom, localizada en Doral.
Holsey, quien recibió el nombramiento confirmado por el Senado estadounidense el pasado 24 de septiembre, será ascendido al grado de almirante (cuatro estrellas) antes de asumir el cargo. Actualmente se desempeña como comandante adjunto del Comando Sur.
La General Richardson se caracterizó por ser metiche e injerencista en los asuntos propios de los pueblos libres como Nicaragua, Cuba y Venezuela, además de tener una mentalidad guerrerista, soberbia y referirse de manera despectiva a la región de América Latina, a la que siempre consideró el patio trasero del imperio. En una ocasión reconoció que Estados Unidos tiene un interés muy especial en esta región porque desea conquistar y garantizar todos sus valiosos recursos naturales, como el agua, el petróleo y sus tesoros.
La General, ahora caída en desgracia y con sus días contados, cuando aún gozaba del apoyo político de Washington, confesó que su país tiene intereses en el Triángulo del Litio, una zona estratégica que comparten Argentina, Bolivia y Chile, y que contiene el 60% del litio del mundo, esencial para la tecnología moderna.
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La misma General declaró que Estados Unidos también tiene sus ojos puestos en la reserva más grande de petróleo, incluidas las de crudo ligero y dulce descubiertas en Guyana. Los recursos naturales de Venezuela, como el petróleo, el cobre y el oro, también son codiciados por el imperio, según continuó confesando la «generala».
Las pretensiones de los gringos van más allá, pues según la General Richardson, el Amazonas es importante para ellos, describiéndolo como «los pulmones del mundo». El 31% del agua dulce del mundo está en esta región, lo que también la convierte en un objetivo clave para Estados Unidos.
En otras palabras, el imperio yanqui pregona que su deseo es repartir su «democracia» en esta región, pero la confesión descarada de su portavoz militar desnuda sus intenciones reales: robarse los recursos naturales de estos países que siguen luchando por mantenerse libres, independientes y sin someterse a la injerencia del yanqui.
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La General Laura J. Richardson se va por la puerta de atrás, después de ser echada por sus amos, que ahora la ven como un estorbo. En su momento, la General llegó a decir que «Nicaragua, Cuba y Venezuela están en nexo solo para tener una actividad maligna en la región y nos gustaría deshacernos de eso». Ahora le toca tragarse sus palabras, porque esos países siguen aquí, firmes y dignos, enfrentando al imperio, mientras de ella fue de quien se deshicieron. ¡Adiós, Generala Richardson! Usted perdió, pero los pueblos libres ganamos…
Esta entrada fue modificada por última vez el 22 de octubre de 2024 a las 6:33 AM