Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition reveló que el consumo de papas fritas, al menos dos veces por semana, tiene un impacto sustancial sobre el riesgo de una muerte prematura.
El estudio longitudinal convocó a 4440 voluntarios, de 45 a 79 años de edad, y los análisis se realizaron a lo largo de ocho años. Durante este lapso de tiempo, 235 de los participantes murieron por varias causas.
Los investigadores se dieron a la meta de evaluar si comer papas (ya sea fritas o no) afectaba la tasa de mortalidad. Lo que hallaron fue que un consumo generoso de esta verdura no afecta en lo absoluto el riesgo de muerte.
Sin embargo, al analizar una muestra menor de participantes que consumían con regularidad papas freídas en aceite caliente (por ejemplo, las famosas papas a la francesa y los hash browns), los investigadores encontraron que el riesgo de muerte es el doble.
Aunque el estudio no prueba que las papas fritas son una causa directa de la muerte prematura de una persona, sí demuestra que al formar parte de una dieta pobre, éstas pueden contribuir a un peor estado de salud.
Las patatas fritas son un alimento que proporciona muchas calorías, sodio y, a veces, grasas trans, pero aporta una nutrición mínima. No le hacen muchos favores al cuerpo en ese sentido.”
Dijo la dietista Jessica Cording a Yahoo Beauty.
A pesar de estos resultados, no temas por tu salud si vas a cocinar papas al horno o agregarlas a tu ensalada. No corres ningún peligro con estos platillos hechos en casa.
Fuente: Noticiero Televisa
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de junio de 2017 a las 10:53 PM