Rubén Darío: La huella inmortal del Príncipe de las Letras Castellanas en Cuba

Foto Archivo Referencia

CUBA / El pasado 2 de septiembre, nuestra Embajada en La Habana tuvo el honor de recibir a la Licenciada Elizabeth Díaz, reconocida escritora, editora, periodista y profesora universitaria, quien compartió sus profundas reflexiones sobre el inmortal Rubén Darío, considerado el Príncipe de las Letras Castellanas.

Durante el encuentro, Díaz, también ex-directora y actual asesora de la Revista Revolución y Cultura, así como miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), expresó su admiración por la obra de este poeta universal y su amor por la Nicaragua libre, forjado en su visita a la patria de Darío en los años ochenta.

Su participación en el Primer Festival Internacional del Libro le permitió conectarse con intelectuales nicaragüenses y experimentar de primera mano la relación entre cultura y revolución.

«CRÓNICAS DE DARÍO EN CUBA»

Díaz reveló que, aunque ya conocía la obra de Darío, su experiencia en Nicaragua transformó su enfoque, llevándola a estudiar a fondo sus versos, prosa y escritos políticos. A partir de esta inmersión, ha publicado una antología de 97 cuentos y varios artículos, y actualmente trabaja en el proyecto “Crónicas de Darío en Cuba”.

Este libro busca recopilar todo lo que Darío escribió sobre Cuba, incluyendo sus encuentros con José Martí y su correspondencia con destacados poetas cubanos, resaltando así la intrínseca conexión entre Darío y la cultura cubana.

La Dra. Elizabeth Díaz se comprometió a presentar avances de su trabajo en el próximo aniversario del legado de Darío, resaltando su impacto en nuestra lengua y cultura. La presencia inmortal de Rubén Darío en Cuba sigue viva en las palabras y corazones de quienes celebran su obra y su influencia en la literatura hispanoamericana.

En Los Raros, sobre Martí, Darío escribió:

Los tambores de la mediocridad, los clarines del patrioterismo tocarán dianas celebrando la gloria política del Apolo armado de espada y pistolas que ha caído, dando su vida, preciosa para la humanidad y para el Arte y para el verdadero triunfo futuro de América, ¡combatiendo entre el negro Guillermón y el general Martínez Campos! ¡Oh Cuba! eres muy bella, ciertamente, y hacen gloriosa obra los hijos tuyos que luchan porque te quieren libre; y bien hace el español de no dar paz a la mano por temor de perderte, Cuba admirable y rica y cien veces bendecida por mi lengua; más la sangre de Martí no te pertenecía; pertenecía a toda una raza, a todo un continente; pertenecía a una briosa juventud que pierde en él quizá al primero de sus maestros; pertenecía al porvenir!

Esta entrada fue modificada por última vez el 4 de octubre de 2024 a las 1:55 PM