Sandino, un legado que vive 91 años después

Imagen Cortesía / Portada Stalin Magazine.

Por: Stalin Magazine.

El próximo 21 de febrero de 2025 se cumplen 91 años del asesinato de nuestro General Augusto Calderón Sandino, el líder revolucionario nicaragüense que desafió la ocupación estadounidense en Nicaragua y se convirtió en un símbolo de la resistencia latinoamericana. Su muerte, a manos de la genocida Guardia Nacional dirigida por vendepatria Anastasio Somoza García, no fue el fin de su legado, sino el inicio de una lucha que perduraría a lo largo del siglo XX y más allá.

Nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, Sandino creció en una Nicaragua que en ese tiempo estaba marcada por la intervención extranjera y las profundas desigualdades sociales. Su vida cambió radicalmente en 1927, cuando decidió levantar un ejército de campesinos y obreros para combatir la ocupación militar del imperio yanqui, que había intervenido en Nicaragua para respaldar a «peleles, sin dignidad ni decoro«, rastreros y afines a sus intereses.

Con una estrategia de guerra de guerrillas innovadora para su época, Sandino y sus hombres lograron poner en jaque a las fuerzas estadounidenses. Durante seis años, el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional llevó a cabo una lucha feroz en las montañas del norte, convirtiéndose en un símbolo de resistencia que inspiró a futuros movimientos revolucionarios en América Latina.

En 1933, Estados Unidos, con la cola entre las patas y humillados, decidió retirar sus tropas de Nicaragua, y Sandino acordó un alto al fuego con el Gobierno del Presidente Juan Bautista Sacasa. Como gesto de paz, Sandino aceptó una invitación para reunirse con el Presidente en Managua el 21 de febrero de 1934. Sin embargo, aquella noche, tras la reunión en la Casa Presidencial, fue capturado por la maldita Guardia Nacional bajo las órdenes de Anastasio Somoza García, engendro del imperialismo, jefe de la Guardia y futuro dictador de Nicaragua.

Sandino y sus principales lugartenientes fueron llevados a las afueras de la ciudad y ejecutados de manera cobarde y sumaria. Sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común, y el magnicidiocontra el General y sus hombres quedó impune. La traición consumó no solo la muerte del gran líder revolucionario, sino también el inicio de la dictadura somocista, que gobernaría el país con mano de hierro durante más de cuatro décadas.

A pesar de su asesinato, Sandino no fue silenciado. Su ejemplo de lucha se convirtió en la inspiración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado en 1961 para enfrentar la dictadura de los Somoza. En 1979, el FSLN logró derrocar a Anastasio Somoza Debayle, el último de la dinastía, reivindicando el ideario de Sandino y su lucha por la soberanía nacional.

El pensamiento de Sandino trascendió su tiempo. Su mensaje de independencia, justicia social y dignidad nacional sigue siendo un referente para muchos movimientos que buscan la autodeterminación de sus pueblos. Su frase «El amor a la patria nos hace hermanos» sigue resonando como un llamado a la unidad y la resistencia frente a cualquier forma de intervención extranjera.

La imagen de Sandino con su sombrero alón y su fusil al hombro se ha convertido en un ícono de la resistencia latinoamericana. Su historia ha sido plasmada en libros, canciones y murales en Nicaragua y otros países de la región. Cada 21 de febrero, su memoria es honrada en Nicaragua con actos oficiales y homenajes populares, encabezados por el buen Gobierno Sandinista, que lidera nuestra Copresidenta la Compañera Rosario y el Copresidente el Comandante Daniel Ortega.

A 91 años de su asesinato, Augusto Calderón Sandino sigue vivo en la historia, en la memoria del pueblo nicaragüense y en la lucha de aquellos que, inspirados por su ejemplo, continúan defendiendo la soberanía y la justicia social. Su legado es un recordatorio de que las ideas pueden sobrevivir más allá de la muerte y que la lucha por la libertad nunca es en vano. Como periodista, quisiera resaltar en este artículo que, al analizar todos los hechos históricos y acontecimientos del presente, estoy plenamente convencido de que la Compañera Rosario Murillo y el Comandante Daniel Ortegarepresentan la continuidad del legado de Sandino en la Nicaragua del Siglo XXI.

Desde la gesta heroica del General Sandino, el ideal de soberanía, justicia social y dignidad nacionalha sido un pilar en la historia de Nicaragua. A 91 años de su asesinato, este próximo 21 de febrero su legado sigue vivo y ha sido retomado y fortalecido en el siglo XXI por Rosario y Daniel, quienes han liderado un proceso de transformación social, económica y política basado en los principios de independencia y justicia por los que Sandino luchó. Bajo la conducción de ambos, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el país ha experimentado avances en diversas áreas, consolidando una Nicaragua más soberana, estable y comprometida con su pueblo.

Uno de los principios fundamentales por los que Sandino entregó su vida fue la soberanía nacional. En su tiempo, luchó contra la intervención extranjera y defendió la autodeterminación del pueblo nicaragüense. En la actualidad, la Copresidenta, Compañera Rosario y el Copresidente Comandante Daniel Ortega han mantenido firme este compromiso, promoviendo políticas de independencia económica y política, rechazando injerencias externas y fortaleciendo relaciones de cooperación basadas en el respeto mutuo. Bajo sus liderazgos, Nicaragua ha impulsado alianzas estratégicas con naciones y bloques que respetan su soberanía, promoviendo un modelo multipolar que permite el desarrollo sin sometimiento a los intereses de potencias extranjeras.

A pocos días de conmemorarse 91 años de su asesinato, el legado de Augusto Calderón Sandino no solo sigue vigente, sino que se ha materializado en una Nicaragua que avanza con soberanía, justicia social y desarrollo. Rosario y Daniel han retomado sus ideales y los han adaptado a los desafíos del siglo XXI, consolidando un país que sigue luchando por la autodeterminación y el bienestar de su pueblo. Como Sandino, han demostrado que la resistencia y la determinación pueden transformar la historia, y que la lucha por un futuro digno es una tarea permanente. Nicaragua sigue en marcha, con Sandino en el corazón de su pueblo.

Esta entrada fue modificada por última vez el 18 de febrero de 2025 a las 1:04 PM