Un hombre que sobrevivió la masacre de Orlando relató que en ese momento pensó «seré el próximo, me va a matar» cuando el atacante le disparó.
Angel Colón describió su espeluznante experiencia el martes en una conferencia de prensa en el hospital. En silla de ruedas, flanqueado por los doctores y enfermeras que lo atendieron, Colón dio su versión de los sucesos en el club nocturno Pulse.
Contó que el asesino le disparó a una joven que estaba a su lado, y luego le disparó a él, alcanzándole en la cadera y una mano. Se hizo pasar por muerto mientras el agresor seguía apretando el gatillo.
Colón agradeció al personal médico que lo atendió, afirmando que «los voy a apreciar el resto de mi vida».
A su vez, un médico informó que seis personas hospitalizadas tras la masacre de Orlando siguen el hospital «gravemente heridas», y que otros cinco pacientes están en «condición reservada».
El doctor Michael Cheatham del Centro Médico de Orlando ofreció sus declaraciones en una conferencia de prensa el martes.
Explicó que 16 pacientes en el hospital están en condición estable.
Por otro lado, el apartamento donde el Omar Mateen vivía con su esposa tiene ahora enfrente varios retratos familiares, dibujos, mensajes, un Corán y diversos libros sobre el Islam.
Univision News reportó estos detalles, al informar que sus reporteros fueron a la vivienda en Fort Pierce, Florida, el lunes, y que nadie estaba en su interior. Reportó que ello ocurrió la mañana después de que agentes del FBI registraron el apartamento, que no estaba cerrado ni acordonado con cinta policial.
Univision reportó que en la mesa de la sala había un documento con una lista de los objetos que los agentes sacaron: balas de 9 mm, un iPad mini, un teléfono celular Samsung, una computadora Dell, un CD con el nombre de Mateen.
Mateen vivía allí con su segunda esposa, Noor Salman.
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de junio de 2016 a las 10:33 AM