Un nuevo grupo de 56 compatriotas nicaragüenses deportados por el gobierno de los Estados Unidos, fue recibido por las autoridades del Ministerio de la Familia y otras instituciones nacionales en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.
Entre el grupo se encontraban 51 hombres y 5 mujeres, cada uno de ellos pasaron confinados en las cárceles norteamericanas por mucho tiempo.
Cada deportado tiene una historia, las que en su gran mayoría está relacionadas al maltrato e humillaciones que reciben de las autoridades migratorias, quebrando de un tajo el mal llamado “sueño americano” que pasa a convertirse en una pesadilla.
Al ser recibidos por las autoridades nacionales, se les hizo entrega de un refrigerio, un kit de higiene y apoyo económico para que puedan abordar los buses intermunicipales y llegar a sus hogares.
“Yo no pienso regresar, eso está muy difícil y les aconsejo a los demás paisanos (compatriotas) que no vayan, porque cruzar México está difícil, allá en los Estados Unidos te agarran de una forma increíble (maltrato) y lo mejor que no lo hagan. Yo pienso que lo mejor es trabajar en nuestro propio país, vengo dispuesto a poner mi propio negocio porque me han dicho que Nicaragua está mejor ahora”, dijo Omar Canales, originario de León.
No pudo contener las lagrimas al relatar el trato inhumano que recibió de los agentes migratorios de Estados Unidos durante los 3 meses que estuvo detenido en la cárcel, tal y como si fuese un delincuente.
“Pase 90 días detenido, fue una experiencia terrible porque te dan poca comida, fue horrible, nos tratan mal a uno, por eso yo les recomiendo a los nicaragüenses que mejor luchemos en nuestro país, que trabajemos y que no vale la pena arriesgarse en un país ajeno, vengo con deseos de trabajar y ser alguien aquí, se nota que Nicaragua está muy bien, eso se ve”, mencionó Juan José Canales Cruz, originario del barrio Georgino Andrades.
Un caso dramático es el del señor Alfredo Baca, que tras residir por más de 30 años en Miami, está siendo condenado a vivir largo de su esposa y cinco hijos que nacieron en los Estados Unidos. Alfredo fue detenido hace 4 años, mientras cenaba con su esposa, le manifestaron que estaba acusado de un delito y de esa manera lo confinaron a una cárcel y hoy fue deportado.
“Allá estamos muy mal, nos están persiguiendo como animales, los de la migra llegan a tu casa, a tu trabajo, para buscar a los latinos que llegan a trabajar a ese país y lo único que hacen es separar a las familias, a mi me inventaron un cargo (delito), deportaron por algo falso, tenía cuatro años de estar peleando mi caso”, detalló Alfredo.
A pesar de ser separado de su familia, asegura que viene dispuesto a contribuir al desarrollo del país, para luego traerse a los suyos a vivir a Nicaragua.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de abril de 2017 a las 3:21 PM