Stranger Things es el último estreno de Netflix, sus primeros ocho episodios han sido lanzados el pasado viernes 15 de julio, y en solo ese fin de semana ha dado mucho de que hablar. Si alguien tiene cosas malas que decir sobre esta pequeña miniserie que roza las ocho horas de duración, aún no me he encontrado con ellos. La historia ha sido una maravilla de principio a fin, y si eres uno de los que cae redonditos con toda la nostalgia ochentera, posiblemente la disfrutes aún más.
Esta producción de los prácticamente desconocidos hermanos Duffer se describe a sí misma como una carta de amor a los clásicos sobrenaturales de los años 80. Matt y Ross Duffer se han inspirado enormemente en la literatura del grandioso Stephen King, y no puedes evitar pensar en la enorme obra de este autor cuando ves la serie. Se siente en la historia, en la ambientación, en los personajes, y hasta en los sonidos. El mismo King ha calificado a la serie de ser como una reproducción de sus grandes éxitos:
Quizás no se puede ubicar demasiado bien el momento en el que se hizo tendencia apostar por esa vibra y feel ochentero para crear series y películas que sean a la vez un homenaje a la época y una forma de atrapar a una generación que no sabe cómo escapar de la nostalgia (hola Pokémon, hola Mini NES), pero Stranger Things ha sabido combinar tan bien todos los elementos necesarios para hacer una gran serie de televisión sin tener que depender solo de los corazones de aquellos que aman mirar al pasado con ojos de cachorrito, que sobrepasa por mucho las promesas de películas como Super 8, por mencionar la primera que a todo el mundo se le va a venir a la mente.
Stranger Things combina efectivamente una buena historia y buenos personajes con la maravillosa nostalgia de los 80
La sinopsis de la serie no le hace muchos favores, suena genérica y a cliché de ciencia ficción: un niño desaparece repentinamente en un pueblo de Indiana en 1983, sus amigos y familia junto a la policía local intentan buscar respuestas y terminan descubriendo todo un misterio sobrenatural que involucra facciones secretas del gobierno haciendo experimentos y una niña extraña.
Hasta ahí uno podría decir «meh», pero solo basta con mirar los maravillosos primeros ocho minutos del piloto para engancharse. Hey, Netflix sabe que tienen una apertura letal, de hecho, si no estás convencido puedes ver esos ocho minutos en YouTube, te aseguro que querrás saber más.
Strange Actors
Salvo por un par de nombres como el de Winona Ryder y Matthew Modine, Stranger Things está llena de caras desconocidas. Siendo la mayoría del elenco principal compuesto por niños, resulta encantador que todos sean tan buenos actores.
La pandillita que ya ha sido calificada por muchos como «los nuevos Goonies» tienen una química extraordinaria en pantalla, son capaces de interpretar personajes completamente creíbles y que en pocos episodios se te hacen entrañables. Su destino te importa, y eso es algo que pocas series logran tan bien.
Sin embargo, no todo gira alrededor de los niños, esta serie está dividida básicamente en tres generaciones: los niños, los adolescentes y los adultos; quizás sean estos últimos los menos interesantes pero no por ello dejan de ser convincentes. Cada grupo se encontrará en algún momento buscando respuestas por su cuenta y con las características diferencias generacionales a la hora de afrontar un mismo problema. No resulta difícil relacionarse con alguno o todos estos personajes.
Nuestro villano habla casi tanto como el perro de los Byers, y a pesar de ello lo encuentras perturbador y despreciable, es Matthew Modine después de todo.
Winona Ryder y David Harbour son igual de convincentes en sus roles de padres sufridos, pero de lejos son lo más destacado de los ocho episodios. Noah Schnapp que hace de Will Byers se roba completamente el primer episodio, esa escena antes de su desaparición es tan convincente que su cara de terror te pone los pelos de punta.
Millie Brown que hace de Eleven es otra que pasará a la historia como una de las mejores actuaciones infantiles de la televisión, esta niña nacida en España no tiene nada que envidiar a Haley Joel Osment o Dakota Fanning en sus mejores momentos.
One more thing
Si tuviese que darle una puntuación sería un 11/10. Es la mejor «película» de ciencia ficción de ocho horas que he visto en mucho tiempo. Stranger Things tiene personajes bien construidos y que te importan; una historia intrigante y que en más de una ocasión te aporta un susto o dos sin que se sientan baratos, está llena de guiños al pasado de una década que tantos consideran entrañables y que a la vez juega un papel fundamental en la historia, pues toda esa investigación de niños caza monstruos no sería lo mismo con iPhones, Internet de alta velocidad y GPS.
He llegado hasta aquí sin siquiera mencionar el ultra hiper mega súper maravilloso soundtrack que le han compuesto. Además del grandioso score lleno de sintetizadores, han elegido canciones emblemáticas de la época que incluyen bandas legendarias como The Clash, Joy Division o Foreigner. Y esa presentación, simplemente perfecta.
Fuente: hipertextual.com
Esta entrada fue modificada por última vez el 24 de julio de 2016 a las 4:59 PM