«El bastón de mando fue transferido oficialmente este lunes a la nueva única superpotencia mundial», y Vladímir Putin lo recibió, escribe el periodista Benny Avni en un artículo para ‘The New York Post’.
«El presidente Obama (¿les suena?) abarcó los ideales defendidos por los fundadores de las Naciones Unidas hace 70 años: la diplomacia y el ‘orden internacional’ con el tiempo ganarán, mientras que la fuerza y el poder, perderán», señala el analista en referencia al discurso del mandatario estadounidense ante la Asamblea General de la ONU.
Putin, prosigue Avni, también apeló a las leyes de la ONU, pero además aprovechó su discurso para anunciar la formación de una «amplia coalición internacional» para luchar contra el Estado Islámico en Siria e Irak.
Esta coalición estaría liderada por Rusia y se apoyaría en las Fuerzas Armadas sirias y la milicia kurda, afirma el periodista, agregando que «esta, por supuesto, no es la opinión de Obama”.
Después de reunirse con Obama por primera vez en dos años este lunes, el presidente ruso habló de los posibles «ataques aéreos conjuntos contra el Estado Islámico», pero durante el encuentro de 90 minutos no se llegó a ningún acuerdo sobre Al Assad, apunta el autor.
«Mientras tanto, si Obama tiene algún plan realista propio sobre Siria —más allá de sacar a Al Assad del país con una ‘transición mágica’ y luchar simultáneamente contra el Estado Islámico— no pudo presentarlo durante su discurso en la ONU. Ni en ningún otro momento», lamenta el periodista de ‘The New York Post‘.
Aunque el líder estadounidense «regañó a Rusia, China e incluso a Irán por estar inmersos en las políticas del pasado, fue Obama el que a veces sonaba como una vuelta a los días de antaño», sostiene Avni, detallando que la comparecencia de Obama en la ONU «fue una reminiscencia de las escenas de las películas de 1950» que retrataban la ONU como un lugar donde realmente se resuelven los problemas.
Los que fueron «regañados» por Obama en su discurso —Putin, Al Assad, Xi Jinping, e incluso el presidente iraníHasán Rohaní— no estaban en sus asientos para oírlo, «porque por muy contundentes que sean las palabras de Obama, rara vez son respaldadas con acciones», enfatiza el autor del artículo.
En su opinión, el hecho de que Putin «se haya apoderado del liderazgo de EE.UU.» es una mala noticia para Washington, porque tarde o temprano y «en condiciones aún peores que ahora, a nuestro futuro presidente se le pedirá que recupere el bastón de mando de Putin. Y eso podría resultar difícil», pronostica el periodista.
Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de octubre de 2015 a las 8:32 AM