Por Mohamed Lashtar
Los Estados Unidos de América, como de costumbre, están socavando el derecho internacional y su credibilidad, al utilizar su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que el Estado de Palestina obtenga la membresía plena en las Naciones Unidas, lo que confirma el doble rasero al invocar los derechos humanos, para hacerse de la vista gorda ante los crímenes cometidos contra el pueblo de Palestina y agotar los recursos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Al instar a los países a no contribuir, ya que no permitiría a la organización desempeñar su función.
La votación sobre la membresía plena del Estado de Palestina en el Consejo de Seguridad es un momento histórico que debería haberse hecho hace mucho tiempo, lo cual se suponía que debía ser aceptado desde el primer momento en que se votó la Resolución 181, pero lamentablemente la membresía de Israel en las Naciones Unidas fue aceptada, dejando al pueblo palestino enfrentar su destino ante los monstruos y criminales.
El Consejo de Seguridad no pudo cumplir con su responsabilidad en la implementación de la segunda parte de la resolución 181, que se refiere a reconocer el derecho de los palestinos a su Estado independiente con Jerusalén Este como su capital. Como resultado del uso de su veto como siempre contra la creación de un Estado palestino, los Estados Unidos volvieron a impedir el legítimo derecho de Palestina a unirse a las Naciones Unidas al igual que 193 países.
La decisión para que el Estado de Palestina obtenga la membresía plena en las Naciones Unidas, la cual, y que goza de un gran apoyo internacional, viene a reconocer al Estado palestino en un momento en el que ese pueblo está siendo sometido a genocidio, desplazamiento forzado y uso de fuerza letal por parte de la autoridad ocupante. Sin embargo, Estados Unidos, que se considera el primer defensor de los derechos humanos, demuestra una vez más que al utilizar el derecho de veto socava la esperanza y el derecho de todo el pueblo palestino a tener su Estado independiente, con su capital en Jerusalén Oriental.
- También puedes leer: Aniversario de la firma del tratado de límites de cañas jerez entre Nicaragua y Costa Rica
El uso del veto por parte de los Estados Unidos es una evidencia viviente de que es una negación de los derechos humanos del pueblo palestino, que sufre bajo una ocupación que se niega a cumplir con los estándares mínimos de derechos humanos, garantizados por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Derechos Políticos, incluido el derecho a la autodeterminación y la implementación de las resoluciones de las Naciones Unidas.
En vista de la incapacidad del Consejo de Seguridad para cumplir con sus responsabilidades de mantener la paz y la seguridad internacionales debido a la falta de consenso entre sus cinco miembros permanentes, el reconocimiento del Estado palestino debe transferirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas de conformidad con la Resolución de las Naciones Unidas, y las resoluciones emitidas por la Asamblea tendrán la misma fuerza que las resoluciones del Consejo de Seguridad, ya que no constituirán el primer precedente para implementar esta resolución. La volátil situación requiere activar los poderes del Secretario General de las Naciones Unidas de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, porque la situación es extremadamente peligrosa y la reputación de la organización internacional está en riesgo.
- Te sugerimos: Nicaragua, el deber de la ley
NOTA: La Resolución 181 de las Naciones Unidas se emitió el 29 de noviembre de 1947 y adoptó el Plan de Partición de Palestina, y el fin al mandato británico sobre Palestina y dividir su territorio en 3 nuevas entidades, de la siguiente manera:
– PAÍS ÁRABE:(11.000 km2), lo que representa el 42,3% de Palestina.
– ESTADO JUDÍO:(15.000 km2), lo que representa el 57,7% de Palestina.
– JERUSALÉN: bajo tutela internacional.
Esta entrada fue modificada por última vez el 19 de abril de 2024 a las 1:53 PM